SAN JUAN, INTIBUCÁ, HONDURAS.- Sin haber cumplido los 18 años, siguieron los pasos de sus parientes y decidieron abandonar sus estudios.
Hicieron a un lado el calor de su hogar al igual que toda actividad que les generaba unos cuantos lempiras para subsistir y salieron en búsqueda del “sueño americano”. “Eduardo” y “Maynor” son dos niños originarios del municipio de San Juan, Intibucá que emigraron a Estados Unidos. Uno de ellos desistió de seguir con las clases y corrió con suerte de pasar “mojado” -de forma irregular- al país del norte de América. El segundo sigue intentando ingresar al país del norte.
| Números
El trabajo infantil existe en casi todos los sectores, sin embargo, siete de cada 10 niños en situación de trabajo infantil trabajan en el sector de la agricultura. El 17% de los menores trabajan en el sector de servicios y el 12% en el sector industrial.
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Casos como los anteriores son recurrentes en esta comunidad en donde al menos 16 menores de edad han migrado rumbo a Estados Unidos en lo que va del presente año. El facilitador de Visión Mundial Honduras, Alan Portillo Vega, indicó a EL HERALDO que “los jóvenes son aventureros y las pocas oportunidades que hay en el país de un trabajo, de salir adelante, eso ha forzado a los muchachos a migrar por la misma situación económica que vive el país”.
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En la actualidad, y en el marco del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, Honduras no solo se ve afectada por el ascenso de este fenómeno social, sino también con la migración de infantes que buscan otras condiciones y oportunidades en el ámbito laboral, arriesgando sus vidas en esta travesía.
A nivel nacional se contabilizan unos 433 mil menores que son víctimas de esta problemática, la cual tiene más incidencia en las áreas rurales que en las principales ciudades, de acuerdo con estimaciones oficiales.
El 50.5 por ciento de esa cifra corresponde a pequeños que se involucran en actividades relacionadas con los rubros de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 218 millones de niños de entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica en todo el mundo.
Entre ellos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil y casi la mitad (73 millones) se encuentran en situación de trabajo infantil peligroso.
De los países de la región, Guatemala es la nación que reporta más de 700 mil menores de edad en actividades laborales, seguido por Honduras y Nicaragua en tercera posición, conforme a encuestas hechas por diversas entidades.
Un equipo periodístico de EL HERALDO hizo un recorrido por el poblado de El Mezcalito, Marcala, La Paz en compañía de personal de Visión Mundial para constatar la realidad de muchos niños que prefieren dedicarse a cortar café, limpieza de terrenos de cultivos así como otras actividades agrícolas en lugar de continuar con su preparación académica.
Varias comunidades de Choluteca también fueron parte del trayecto en el que se han recabado testimonios de menores que reflejan dos realidades: aquellos que prefieren trabajar no importando su edad y otros que alternan entre un oficio sin dejar de recibir el pan del saber.
Atención
“Hay niños retornados que se les está dando atención especial, es preocupante la alta migración de personas y ahora utilizando los niños”, informó la encargada de la Dirección Municipal de Educación de San Juan, Intibucá, Liliam Reyes Hernández a EL HERALDO.
Agregó que “el niño va con la ilusión de que va a pasar (a Estados Unidos), de ahí vuelve al centro educativo y es objeto de bullying -acoso físico o psicológico- por los demás niños”.
La funcionaria aseguró que existen casos de niñas que recolectan granos del aromático que han salido embarazadas a muy corta edad, implicando otra problemática. “Existen varios casos que se hablaba en un cabildo abierto que hay de 10 a 12 niñas embarazadas que tienen entre 12 y 14 años, lo cual es preocupante y se tiene que hacer algo”, manifestó. Reyes Hernández anunció que el próximo 5 de julio se realizará una junta celebrada por la corporación municipal para tratar estas temáticas.
Resultados encuesta
Con base en los resultados de la Encuesta de Hogares de Movilidad Humana aplicada en Honduras entre junio de 2017 a septiembre de 2018, la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) resaltó que de 912 niños migrantes retornados que fueron consultados, el 68.5 por ciento (625 menores) afirmaron que realizaban trabajos remunerados antes de emprender la ruta migratoria por primera vez.
Tres de cada cinco de estos niños y niñas trabajaban 40 horas o más por semana. La agricultura, construcción y mantenimiento, ventas al igual que trabajos domésticos son las actividades remuneradas a las que se han dedicado estos menores, conforme a los resultados de la encuesta.
El 39.3 por ciento, es decir, 358 de estos infantes confesaron que solo trabajaban y no estudiaban en sus lugares de procedencia. Un total de 519 menores (56.9 por ciento) contestó que migró por motivos laborales, quienes en su mayoría son niños entre los rangos de 12 a 17 años de edad. En cuanto a la recepción de remesas cuando el niño trabajaba, el 27.5 por ciento -251 de ellos- pertenecen a hogares que reciben remesas, sin embargo, la cantidad restante de la muestra (661) corresponde a menores que no trabajan y en sus viviendas tienen este ingreso.
El informe denominado Migración y Trabajo Infantil Honduras 2019, al que tuvo acceso EL HERALDO, también analiza el trabajo infantil no remunerado de infantes, previo a viajar de forma ilegal a Estados Unidos.
De los 912 niños, 559 manifestaron que laboraban, pero sin recibir un pago a cambio por prestar su fuerza de trabajo.
Uno de cada tres menores trabajaba diez horas o más por semana de forma no remunerada. El 45.2 por ciento, equivalente a 412 infantes, indicó que migró por motivos laborales.
El documento, que consta de 28 páginas, subraya en su parte final que el país deberá de intensificar así como acelerar sus esfuerzos para lograr la prevención y posterior erradicación del trabajo infantil. “Aunque Honduras cuenta con un marco institucional y legal conducente, la capacidad de sus instituciones en términos de poder implementar medidas sigue siendo un tanto débil”, remarca.
