MOROCELÍ, EL PARAÍSO.-Sin importar que a tan sólo 11 kilómetros de distancia del casco urbano les construyeron una de las cárceles de máxima seguridad del país -y que se pensó que habrían peligros- el próspero pueblo de Morocelí se encamina a convertirse en un fuerte destino turístico más en Honduras.
Así lo creen sus habitantes y no se han quedado de brazos cruzados para poder conseguir que su municipio sea un inspirador de arte y del buen vivir.
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Con ayuda de la organización no gubernamental Visión Mundial y autoridades de la comuna de Morocelí, al menos 20 jovencitos, todos nativos de este poblado al oriente del país, tomaron la iniciativa para darle un toque de encanto y vaya de qué manera.
Sin ser profesionales en arte abstracto, expresionismo o surrealismo, nada más que las ganas de ser distintos y querer darle otra cara a su pueblo; tapiales, paredes de casas y uno que otro espacio público, fueron los lienzos donde estos entusiastas iniciaron a darle otro matiz al prospero Morocelí.
Cómo iniciaron las obras
“El proceso para iniciar este proyecto se dio con un taller de arte que nos impartieron especialistas de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), hace tres meses”, cuenta Alex Morazán, uno de los principiantes en el arte de pintar.
Después de las enseñanzas, varios jóvenes mostraron interés, “aquí no se buscaba especialistas en pintar, queríamos gente que tuviera el deseo de hacerlo para el bien de nuestro pueblo”, detalla Alex, quien es árbitro profesional de la liga de primera división de fútbol de Honduras.
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En el taller los instruyeron someramente en aspectos como técnicas de pintura, en manejar el difuminado y la mezcla de los colores.
En el término de dos meses, los aprendices de pintores, pero con mucha vocación, dibujaron y colorearon al menos 26 murales en todo el casco urbano del “río de gorriones”, significado del vocablo Morocelí.
Carlos Córdova, guitarrista y estudiante universitario, es otro de los que decidió emplear sus ratos libres para demostrar que cuando se quiere, se puede.
“Ha sido una muy buena experiencia, hemos involucrado a muchos jóvenes que a lo mejor nunca pensaron en hacer un mural o lo consideraron complicado; todos hemos aprendido mucho en el proceso”, rescata el guitarrista.
Lo que se plasmó en ellos
De los 26 murales elaborados hasta hoy resaltan las costumbres ancestrales de los morocelinos, su cultura, fauna y hasta su distinción en un código de municipio del departamento de El Paraíso.
Tal vez uno de los grafitis más vistosos diseñados por los pintores está plasmado en las 163 gradas que comunican el centro del pueblo con el barrio El Cerro. En los 163 empinados escalones construidos de concreto, están grabados los números 0708, el código departamental (07) y el municipal (08), en alusión al orgullo por la tierra que los vio nacer y crecer.
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Asimismo, aves y peces existentes en la zona, que significan la abundancia de esas tierras. La importancia de la música es resaltada también en los murales.
La vistosidad de los colores fuertes vinieron a darle un aire de frescura a las calles empedradas y polvorientas de Morocelí. Muros que no servían más que de cerco perimetral de una oficina o de una casa, hoy son un motivo para detenerse y tomarse una fotografía que no sólo quede en la memoria, sino en un archivo multimedia que perdure con el tiempo.
Los fondos para la compra de la pintura y demás materiales fueron proporcionados por Visión Mundial, como una ayuda para invitar a los jóvenes a invertir su tiempo de ocio en situaciones productivas. También participaron en desarrollar estas obras de arte, alumnos del Instituto Ramón Villeda Morales, quienes después de su tiempo de estudio dedicaron unas horas para embellecer las calles de su pueblo. Tal y como ha sucedido en otros pueblos y ciudades del país, Morocelí quiere convertirse en un destino apetecido para el turismo interno y esta es una de sus estrategias. Para el próximo año, los que emprendieron la loable iniciativa esperan que el apoyo económico sea una realidad para que este municipio sea un referente en el arte y la cultura.
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