TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al 30 de septiembre de 2019, la Tasa de Seguridad tenía una deuda de 4,114.5 millones de lempiras, de la cual 3,715.9 millones corresponden a compromisos con la banca privada.
La última recaudación anual de la Tasa de Seguridad anduvo por los 2,718 millones de lempiras. Gran parte de este dinero ya está comprometido con las instituciones financieras durante los próximos nueve años.
Información a la que tuvo acceso EL HERALDO revela que el desequilibrio económico comenzó en el 2014, cuando el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS), aprovechando la opacidad que le da la “ley de secretos oficiales”, comenzó a aprobar una serie de millonarios desembolsos no solo para proyectos que fortalecerían las operaciones de los entes que luchan contra la criminalidad común y organizada, sino que cayó en el derroche de los recursos, en el desvío de dinero para alimentar a los presos y -con el pretexto de la prevención- también ordenó desembolsar recursos a Organizaciones No Gubernamentales e iglesias.
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Los balances generales de la Tasa de Seguridad han venido reflejando que su disponibilidad negativa de fondos -o sea, el desequilibrio entre sus activos y pasivos- ha crecido desde el año 2014.
Ya para el 30 de septiembre reciente, el balance general evidenciaba un disponibilidad negativa de recursos por la cantidad de 2,979,300,096 lempiras.
“Los números están en rojo producto de un sobreendeudamiento. Estos datos revelan que los fondos de muchos años ya están comprometidos”, afirmó Jorge Yllescas, experto en temas financieros.
Su endeudamiento es gigantesco porque han hecho compras más allá de lo que recaudan. Pero “lo más cuestionable es que con el pretexto de la ley de secretividad de seguridad no se rinden cuentas de cómo realmente están gastando el dinero”.
En los círculos políticos y sociales “se habla de una monstruosa corrupción, ya que por ejemplo se compran chalecos antibalas de mala calidad a precios de los de buena calidad”, criticó Yllescas.
Deudas
La deuda total de la Tasa de Seguridad, al 30 de septiembre reciente -reflejada en sus pasivos corrientes y a largo plazo- era de 4,114,566,671 lempiras.
Su compromiso total con los bancos privados ascendía a 3,715,909,141 lempiras; pero aparte de esto, presentaba una obligación de pago de 7,536,149 lempiras de intereses, así como otros 391,121,380 lempiras a saldar a proveedores.
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El compromiso adquirido con los bancos es que en el término de un año les iba a pagar 378,181,090 lempiras, y el resto, equivalente a 3,337,728,051 lempiras, será cancelado a largo plazo. Actualmente, la Tasa de Seguridad está endeudada con siete bancos.
Solo entre marzo de 2014 y enero del 2017, el CNDS le ordenó a Juan Ramón Molina, entonces coordinador del fideicomiso de la Tasa de Seguridad, suscribir 12 préstamos bancarios por un total de 3,425 millones de lempiras.
La cantidad de los empréstitos varió entre los 100, 250, 350, 450 y 500 millones de lempiras con tasas de interés entre el 11, 14, 15 y 16% anual y con comisiones de desembolso hasta por el 0.5%.
Justificación
Sobre el gran endeudamiento que muestra la Tasa de Seguridad, Juan Ramón Molina explicó a EL HERALDO que eso se debe a que tuvieron que recurrir a la banca privada para poder ejecutar proyectos de gran magnitud.
“Hay ciertos proyectos por decir, por ejemplo, nosotros estamos construyendo ciertas instalaciones policiales, entonces son contratos que la Tasa ha firmado con los proveedores para construir esas obras, desde el momento en que firmamos el contrato se convierte en obligación”.
Se acaba de terminar una red de comunicaciones de la Policía, la cual demoró un año su ejecución y vendrá a generar una independencia de las compañías de celulares. “Antes no había sistema de radio a nivel nacional.
Ahora un policía que está en La Ceiba puede hablar con un policía que está en Choluteca y eso hará que los gastos a largo plazo de la Policía bajen porque ellos ya no van a pagar por líneas telefónicas y por los servicios de GPS”, justificó.
Proyectos como ese no se pueden pagar de un solo, son demasiado grandes, “entonces uno recurre a un préstamo a largo plazo para poder financiarlo”, sostuvo Molina, agregando que la deuda de la Tasa con la banca “está programada a ser cancelada a nueve años”.
Él considera que todo endeudamiento es sano mientras se controle. “A título personal le puedo decir que lo que uno paga a una cuota de un préstamo bancario no debe pasar de un 30% de sus ingresos. Uno mantiene una deuda bajo esos parámetros”.
Sobre si consideraba sano endeudarse para realizar compras como la de un helicóptero Bell por 14 millones de dólares para las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, o destinar fondos para regalos navideños y plus salariales a magistrados, jueces, militares y policías, Molina respondió: “Yo no quisiera entrar en detalle a hablar sobre las políticas de seguridad del Estado.
Esas son decisiones que ha tomado el Consejo, se han hecho; yo esa parte de regalos no sabría..., no quisiera entrar en esos detalles, pero sí puedo decirle que las políticas de seguridad del Estado usando como financiamiento los fondos de la tasa de seguridad han funcionado.
Tal vez no hemos llegado a los niveles de seguridad deseados, pero la Honduras de hoy, a pesar de lo que está sucediendo, la situación seguridad ha funcionado”.
Asimismo, sobre el impacto que podría estar generando la corrupción en la ejecución de los proyectos sobre la deuda de la Tasa de Seguridad, Molina manifestó que se han tomado decisiones sobre los procesos de contratación para evitar actos ilícitos, “pero si bien es cierto, los procesos no están exentos de cualquier manoseo. Uno toma las medidas que uno considera necesarias para manejar los fondos de la manera más eficiente posible”, añadió.
Distribución
Una matriz del fideicomiso del Banco Central de Honduras (BCH) establece que al 30 de septiembre de 2019 la Tasa de Seguridad había ejecutado 24,583,811,147 lempiras; pero la distribución de los desembolsos que presenta la Tasa de Seguridad precisa que del año 2012 a octubre de 2019 se han repartido 16,052,82 millones de lempiras: 7,707.3 millones a la Secretaría de Seguridad; 6,009.8 millones a la Secretaría de Defensa, 938.10 millones al Ministerio Público, 836,46 al sector prevención.
476.21 millones a la Corte Suprema de Justicia y 84.90 millones de lempiras a las alcaldías. Asimismo, un cuadro de las recaudaciones, publicado en el portal de la Tasa de Seguridad, también muestra que entre el 2012 y octubre de 2019 solamente se han recaudado 13,992.02 millones de lempiras, siendo el sector financiero -con un monto de 12,816.47 millones- el que más aportó.