El mismo presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, advirtió a los privados de libertad que serían trasladados a estos centros penales que 'la fiesta se les terminó”, ya que “las cárceles ahora son un infierno para los reclusos”.
Sin embargo, ni los muros fundidos con concreto hidráulico y el estricto monitoreo por cámaras de seguridad han podido evitar que El Pozo, ubicado en Ilama, Santa Bárbara, y La Tolva, en Morocelí, El Paraíso, queden excentos de dantescas muertes o amotinamientos, pues hasta el 30 de octubre de 2019 al menos 10 reclusos habían perdido la vida, según datos analizados por EL HERALDO tras una solicitud de información pública.
A lo anterior se suma la muerte de cinco reos durante un amotinamiento el pasado sábado 14 de diciembre en La Tolva, es decir, un total 15 muertes en los centros de máxima seguridad, que apenas llevan cuatro años de operación.
En este enfrentamiento, supuestamente en uno de los módulos de la Mara Salvatrucha (MS-13), murieron José Dolores Campo, Óscar Alonso Madrid Montoya, Junior Antonio Alvarado Olivera, Erick Francisco Escoto Maldonado y Walter Portillo Méndez, quienes tenían heridas de bala y arma blanca.
Mientras que la Policía Nacional señala a Pavel Eduardo Flores Rodríguez (43), alias 'Sanguinario', como uno de los principales sospechosos de estas muertes, ya que le encontraron un arma ensangrentada, pese a que estos objetos no deberían ingresar a los centros penales.
En este mismo caso, Medicina Forense tuvo que realizar el levantamiento de los cinco cuerpos en el estacionamiento, 'ya que no se pudo ingresar a los módulos porque no reunió las condiciones de seguridad para el personal de DPI, agentes técnicos y para el fiscal', menciona parte del informe preliminar de la Policía.
La muerte de estos cinco reclusos en una cárcel de máxima seguridad se registra 50 días después del mediático asesinato de Nery Orlando López Sanabria, también conocido como Magdaleno Meza, considerado un testigo clave en el juicio del exdiputado Juan Antonio Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández.
Magdaleno se encontraba el pasado 26 de octubre hablando con el director del centro penal de Ilama (asesinado el 13 de diciembre), cuando fue sorprendido por otros reclusos que lo atacaron a disparos y cuchillos.
Ese mismo día, pero en La Tolva, fue asesinado Marco Tulio Amador. Este privado de libertad perdió la vida a manos de Marvin Lara, un miembro de la Mara Salvatrucha (MS-13), según informó el Instituto Nacional Penitenciario (INP).
La cifra de muerte sigue subiendo
Desde 2013 hasta la fecha, se han registraba 105 muertes dentro de centros penitenciarios, la mayoría de ellos en Támara, con 37 muertes, según datos de la Secretaría de Seguridad y el monitoreo de medios.Seguidamente está la cárcel de San Pedro Sula (15), aunque esta fue cerrada en 2017, y el Centro de Menores Infractores Renaciendo con 10, después de que el 3 de diciembre murieron cuatro jóvenes luego de una reyerta.
Solo en lo que va de 2019, 20 personas han perdido la vida en centros penitenciarios, cifra que es cinco veces mayor a lo que se registró en todo 2018, que sumó apenas cuatro homicidios.
Las armas siguen ingresando a las cárceles
El informe de la Policía Nacional señala que los cinco privados de libertad que murieron en un amotinamiento el sábado en La Tolva tenían heridas de arma blanca y de bala en su cuerpo.Lo mismo ocurrió en el crimen de Magdaleno Meza, pues fue asesinado a disparos y a cuchilladas, según el informe forense y un video difundido en las redes sociales.
VEA TAMBIÉN: Alias 'El Sanguinario' sería quien disparó en la cabeza a cinco reos en cárcel La Tolva, en Morocelí
Precisamente, estos dos son los tipos de crimen que más predominan en las 105 muertes registradas en los centros penitenciarios durante los últimos siete años.