TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Honduras, Piedad Huerta, manifestó que es muy preocupante que la nueva cepa de coronavirus esté en América. Llamó a la población a mantener las medidas de prevención para evitar la propagación del virus. Ella conversó con EL HERALDO. A continuación lo que dijo.
¿Cómo ve la OPS el riesgo de propagación del virus?
Siendo una enfermedad respiratoria aguda que ya se confirmó que se puede transmitir de persona a persona, ya hay casos de trabajadores de la salud que se infectaron en China, se convierte en una enfermedad con potencial epidémico y pandémico. Por ser un virus nuevo que ya ha infectado a unas 300 personas, se tienen todas las alertas encendidas.
¿Qué acciones se deben tomar?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió todas las alertas para todas las regiones, por lo tanto se activan los puntos de entrada de las Oficinas Sanitarias Internacionales en todos los países para hacer una vigilancia más activa, principalmente de los viajeros, hacer un monitoreo a través de un cuestionario dirigido del posible riesgo de una persona de haber estado en contacto con un enfermo.
¿Podría ocurrir una pandemia por este virus, ya que al ser nuevo no hay tratamiento?
Sí hay riesgos de que tengamos una pandemia, el coronavirus es nuevo y la enfermedad que produce es neumonía, hay tratamientos indicados para las enfermedades respiratorias agudas. Sí puede darse el caso que tengamos ocurrencia de casos aquí en Honduras, en este momento no hay casos.
Es importante que las alertas estén encendidas, que se pueda detectar a tiempo alguna persona que desarrolla la enfermedad y poder determinar que es esa enfermedad, de ahí depende que se pueda para tender el cerco sanitario para evitar que la enfermedad se propague.
¿Es un virus muy agresivo?
El solo hecho que produzca neumonía ya la convierte en una enfermedad de alta gravedad y también las complicaciones que pueda causar como una enfermedad renal, aquí las personas más vulnerables son las que pueden tener una enfermedad concomitante, por ejemplo las que tienen diabetes, asma, cardiopatías o que tienen enfermedad renal, se vuelven más vulnerables a que la enfermedad sea más grave en ellas y puedan fallecer.
Las personas más vulnerables son los adultos mayores y aún más si tienen enfermedades concomitantes.