Decenas de miles de enamorados toman la decisión de juntarse, tener hijos, criarlos y educarlos sin advertir que los años pasan y llega un momento en que viene la reflexión y la necesidad de llenar ese vacío espiritual que hace falta para completar la relación.
En los últimos años la inscripción de matrimonios en el Registro Nacional de las Personas (RNP) disminuyó porque algunas alcaldías o notarios no enviaron a tiempo los expedientes.
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La ley ordena que la inscripción debe hacerse “dentro de los quince (15) días siguientes” después del acto.
Mucha gente desconoce que casándose e inscribiendo su matrimonio la relación adquiere características legales que sirven para reclamar seguros de vida o proteger a uno de los cónyuges cuando uno de ellos muere y más de algún pariente del difunto, en el caso de no haber hijos, pretenda reclamar algún patrimonio.
A criterio de Rogelio Padilla, jefe de la Unidad de Estadísticas y Asesoría Técnica del RNP, “de nada sirve que hagan la boda y la fiesta si no inscriben el matrimonio pues legalmente no estarán casados”.
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Un ejemplo de la importancia de la inscripción es que solo el año pasado el RNP entregó 56,750 certificaciones de matrimonio gestionadas para demandas de alimentos, cobros de beneficios de seguros y hasta para divorcios. También fueron entregadas 1,348 certificaciones de “unión de hecho” para los mismos objetivos. Muchas parejas que tienen varios años conviviendo y nunca se casaron apelaron a esta figura de inscripción que es diferente a la unión libre.
La inscripción
La inscripción de los expedientes matrimoniales tuvo mucha relación con el caudal poblacional. El año pasado fueron registrados 24,570 matrimonios, según fuentes del RNP.
Aunque tiene menos habitantes que Francisco Morazán, el departamento de Cortés aparece con el mayor número de parejas casadas con 4,772 en 2019 seguido de Francisco Morazán con 4,123, mientras que Gracias a Dios, Intibucá, Islas de la Bahía y La Paz tienen estadísticas que oscilan entre las 314 y 530 bodas. Y en el extranjero también hubo movimiento nupcial. El año pasado 418 hondureños se casaron con nativos de Estados Unidos (271), El Salvador (36), Nicaragua (17), España (13), India (13), Italia (7), México (7), Panamá (3), Suiza (3) y Alemania (3), entre otros.
La unión libre
La unión libre está por encima de toda relación conyugal. Según la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el año pasado en Honduras había 1,744,720 personas bajo la modalidad de unión libre.
De acuerdo con el Observatorio Demográfico Universitario (ODU) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) -que dirige Marysabel Zelaya-, en 2018 el 52 por ciento de los hondureños mayores de 18 años estaban casados o en unión libre.
El 52 por ciento de los hombres casados eran mayores de 50 años, mientras que el 40 por ciento de las mujeres casadas tenían entre los 35 y 49 años. Un 54.9 por ciento de las parejas en matrimonio vivían ese año 2018 en el área urbana y un 45.1 por ciento en la rural.
Ese mismo año, según ODU, un 43 por ciento de los hombres que vivían en unión libre tenían entre 19 y 34 años, mientras que un 48.4 por ciento de las mujeres en esta misma modalidad tenían ese año entre los 19 y 24 años. Un 51.7 por ciento de las personas en unión libre en 2018 vivían en el área urbana y un 48.3 por ciento en el área rural.