Honduras

Ahora la historia juzgará a Callejas

Fue un político carismático, con una administración gubernamental entre 1990 y 1994 salpicada de casos de corrupción, situación de la cual no pudo librarse ante la justicia estadounidense

04.04.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La justicia hondureña no logró condenar al expresidente Rafael Leonardo Callejas Romero (77 años) por sus presuntos actos de corrupción, y la estadounidense quedó a un paso de darle sentencia. Ahora que él ha muerto, el juzgamiento le queda a la historia.

Callejas nació en Tegucigalpa el 14 de noviembre de 1943. Provenía de una familia acomodada económicamente. Sus padres fueron Rafael Callejas Valentine y Enma Romero.

Callejas realizó sus estudios en la Escuela Americana y en el Instituto San Francisco de la capital y luego se graduó como licenciado en economía agrícola en la Universidad de Mississipi, Estados Unidos.

Su carrera política inició en el año 1975, cuando un trío de militares golpistas comenzaron a colocarlo en puestos públicos. Entre 1980 se convirtió en diputado a la Asamblea Nacional Constituyente por Francisco Morazán.

Para las elecciones de noviembre de 1981, el político nacionalista Ricardo Zúniga Augustinus, aspirante a la presidencia de la República, lo colocó como designado presidencial, sin embargo esta fórmula fue derrotada por el candidato liberal Roberto Suazo Córdova.

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A partir de 1981 Callejas se volvió un político muy activo dentro de las filas del nacionalismo, y para noviembre de 1985 ya era uno de los candidatos a presidencia de la República por el Partido Nacional, disputando el cargo contra otros cuatro candidatos liberales.

Al final el ganador -luego de una triquiñuela de los políticos- fue el liberal José Simón Azcona del Hoyo, quien gobernó entre 1986 y 1990.

Con los años, Callejas construyó una imagen de político carismático y se volvió un caudillo dentro de su partido.

Para las elecciones generales de noviembre de 1989 fundó el Movimiento Nacional Rafael Callejas (Monarca) y disputó el derecho a la candidatura presidencial con otras facciones del nacionalismo.

Tras una campaña bajo el paraguas de 'El hombre del cambio' y 'Vamos por el cambio', en noviembre de 1989 fue elegido como presidente de Honduras para el período 1990-1994.

Meses después de tomar posesión, argumentando que la economía del país estaba en bancarrota, implementó una serie de políticas neoliberales.

La moneda hondureña, que estaba al dos por uno frente al dólar, comenzó a depreciarse, mientras que por otro lado el Estado paso a ser un simple observador del mercado de los negocios.

Si algo permanece en el recuerdo de los hondureños es que en el gobierno de Callejas se mejoraron las vías de comunicación, se impulsó el Ministerio Público y el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), pero por otro lado su administración es recordada por varios actos de corrupción que quedaron en la impunidad.

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Corrupción

Tras su salida del poder, el Ministerio Público, dirigido entonces por el fiscal general Edmundo Orellana, acusó a Callejas de siete casos de corrupción, en los cuales se le imputaron los delitos de abuso de autoridad y malversación de caudales públicos.

Entre esos casos destacaron ' Brazos de Honduras', 'La Familia', 'Comunitas', 'Fondo Petrolero' y 'El Chinazo”.

Por muchos años la inmunidad presidencial fue el escudo del exmandatario ante las acciones legales, pero una vez que en el 2005 el Congreso Nacional suspendió la inmunidad a los expresidentes, Callejas acudió a los tribunales de justicia para retirar sus cartas de libertad, tras haber sido encontrado inocente de todos los cargos.

Su paso por el fútbol

Una vez salido de la presidencia en enero de 1994, Callejas encontró en el fútbol la forma de mantenerse activo. Con el tiempo las administraciones del deporte se fueron politizando.

Desde 2002 a 2015, el exmandatario fue el rostro del fútbol catracho al presidir la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth).

El 18 de septiembre de 2006, las autoridades estadounidenses detuvieron al exgobernante en Miami, donde, tras hacerle saber que tenía suspendida su visa, fue deportado.

Sin embargo, Callejas siguió su vida normalmente en este país. En su gestión al frente de los procesos de selección logró que varias selecciones menores de fútbol alcanzaran el derecho para competir internacionales y también logró que la selección mayor participará en los mundiales de fútbol de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

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Sin embargo, los procesos administrativos que Callejas lideró en este deporte no estuvieron exentos de corrupción, a tal extremo que en diciembre de 2015 la justicia de Estados Unidos pidió su extradición, junto con Alfredo Hawit, quien había sido su mano derecha.

Estados Unidos lo acusó de recibir sobornos por la cantidad de 600 mil dólares de parte de la compañía MediaWorld, para la transmisión exclusiva de los partidos de la Selección, utilizando bancos estadounidenses para el blanqueo del dinero.

Al enfrentar la mano dura de la justicia estadounidense, Callejas determinó no ir a juicio y el 28 de marzo de 2016 se declaró culpable en un tribunal de Nueva York de los cargos criminales de asociación ilícita, fraude electrónico y lavado de dinero.

En el 2018 fue diagnosticado de padecer leucemia. Él permanecía libre, bajo vigilancia electrónica (grillete en las piernas) y esperaba su sentencia el 5 de mayo de este año.

El cuestionado expresidente Callejas murió en Estados Unidos este sábado 4 de abril, a partir de esta fecha será la historia quién se encargará de ubicarlo en el sitial que le corresponde.