YUSCARÁN, EL PARAÍSO.- Se construyó y comenzó a funcionar bajo la categoría de cárcel de máxima seguridad, sin embargo, los hechos allí suscitados desde su creación la hacen distar de esa jerarquía.
Masacres, ingreso de armas, trasiego de drogas, entre otras irregularidades, hacen dudar a cualquiera sobre el nivel de seguridad del centro penal de La Tolva, más conocido como “El Pozo II”.
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Para colmo de males, se ha detectado en las últimas horas que al menos uno de los miembros de la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), el grupo élite al cuidado de las cárceles del país, se ha visto involucrado con la organización criminal Mara Salvatrucha (MS-13).
Propiciaba la entrada de drogas
En una operación liderada por la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), después de tres meses de trabajos de inteligencia e investigación, dieron con la captura de José Manuel García Zambrano (28), identificado también con el mote de “Chibolín”. Hasta el domingo, este hombre se venía desempeñando como un elemento más del grupo élite de la FNCCP.
Según las indagatorias de la FNAMP, García Zambrano era el enlace de una red de conspiración criminal, responsable del ingreso de estupefacientes a este reclusorio de máxima seguridad ubicado en el municipio de Morocelí, El Paraíso.
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Las acciones de detención se llevaron a cabo en la comunidad de Ojo de Agua, perteneciente al municipio de Yuscarán, El Paraíso.
Junto al agente penitenciario fueron arrestadas tres personas más, entre ellas dos féminas, presuntas integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Estas fueron identificadas como Igles Noé Canales Perdomo (38), alias “Momo”; Lilian Janeth Alvarado Esquivel (26), reconocida con el seudónimo de “Lily”, y Gissella Guadalupe Moreno López (24), “Lupe”.
Les dieron todo el seguimiento
Las cuatro personas fueron interceptadas en la carretera cuando se dirigían de la capital hacia “El Pozo II” en Morocelí. Viajaban a bordo de dos vehículos, un pick-up, color negro, marca Toyota Tacoma, con placas PDG 4180 y una camioneta marca Ford Escape, color negro, con placas HBF 0021.
Al realizar la requisa a los dos automotores, con la ayuda de canes especializados en detección de drogas, encontraron que en dos bolsas transparentes llevaban 15 bolsas de churros, pero en el interior no iba el producto original de las golosinas sino que marihuana.
Además, les decomisaron 49,300 lempiras y 100 dólares en efectivo, una pistola calibre nueve milímetros, seis teléfonos celulares y los dos carros. Tres de los detenidos, excepto el agente penitenciario, residían en la colonia Tres de Mayo, de la capital, una zona dominada por la MS-13.
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