Honduras

Olas destructivas y vientos catastróficos: los efectos devastadores del huracán Eta

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), Eta también podría provocar inundaciones en otros países centroamericanos y del Caribe

03.11.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Bajo alerta máxima se encuentran Honduras y Nicaragua por el paso del huracán Eta, que tocó tierra este martes como un ciclón categoría 4 y que ha dejado a miles evacuados y a una menor muerta.

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), se espera que el mal tiempo siga provocando caos en ambas naciones hasta el viernes 6 de noviembre por lo que los cuerpos de rescate están vigilantes para evitar pérdidas humanas como ocurrió en 1998 con el huracán Mitch.

Hasta el momento, expertos en huracanes han informado de los efectos devastadores que se esperan para los próximos días en Centroamérica por el paso del huracán que se espera se convierta en tormenta tropical y siga causando estragos.

Vea aquí: ¿Se puede comparar Eta con el devastador huracán Mitch?

Vientos catastóficos

En ese sentido, en Nicaragua, país donde Eta impactó en tierra, habrán vientos catastróficos donde la pared del ojo se mueve sobre la costa noreste. En el caso de Honduras, hay un aviso de tormenta tropical para la costa noreste.

Entre las advertencias figuran fuertes vientos y copiosas lluvias que provoquen una marejada ciclónica catastrófica y amenazante para la vida, acompañadas con olas destructivas.

Las precipitaciones podrían continuar hasta el viernes por lo que la población debe estar atenta a inundaciones, ríos desbordados y deslizamientos de tierra.

Mire aquí: ¿Por qué las diversas rutas del huracán Eta amenazan a Honduras?

Las inundaciones también pueden efectar a Jamaica, Sureste de México, El Salvador, el sur de Haití y las Islas Caimán.

Eta triplicó su fuerza en unas 24 horas y es el octavo sistema en esta temporada de tormentas del Atlántico que cumple la definición de intensificación rápida y el quinto en convertirse en un gran huracán. En las últimas dos décadas, los meteorólogos han expresado una creciente preocupación por las tormentas que cobran fuerza tan rápido.