TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En La Lima y San Manuel, Cortés, todo estaba listo para comenzar las labores de limpieza, pero la naturaleza nuevamente se opuso y les dijo que no.
Las calles estaban atestadas de lodo, basura, camas, electrodomésticos y carros anegados, los que iban a ser sacados como parte de la operación de limpieza anunciada por el gobierno, pero de repente tenían de nuevo el agua a la rodilla y en algunas zonas hasta al cuello.
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“La tempestad no pasa”, exclamó Rafael Rojas a EL HERALDO, un habitante de La Lima. “Como la gente vio que el agua bajó, alrededor del 30 por ciento regresó a sus casas, pero ahorita -ayer en la tarde- todo mundo está a la orilla de la calle, todo se está inundando de nuevo”, narró con tristeza.
El problema, según Rojas, son los bordos que están destruidos en el Canal Maya y en el río Chamelecón y eso los vuelve vulnerables a inundaciones.
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A eso de la 12 del mediodía la desesperación se apoderó de los habitantes de ese sector, debido a que venía otra llena en menos de un mes y salieron con lo poco que encontraron, hasta animales llevaban cargando, pues es lo único que les queda para sobrevivir.
Algunos vecinos con mayores posibilidades están alquilando hoteles en San Pedro Sula, otros apartamentos o se fueron a vivir donde familiares y amigos, estos esperan volver hasta que todo se normalice.
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Algo parecido ocurrió en Choloma, Cortés, donde los damnificados dejaron el albergue en la escuela Cabañas y caminaron por 30 minutos tomados de los brazos contra corrientes para llegar a sus hogares. Sin embargo, su idea de limpiar pronto se convirtió en terror, pues minutos después de llegar a la casa el agua que estaba al nivel de la acera comenzó a subir rápidamente y tuvieron que salir huyendo entrelazados de nuevo para no ser arrastrados por la corriente de agua.
En otros sectores afectados por el paso de las tormentas tropicales Eta y Iota arrancó la operación “No están solos”, anunciada por el gobierno el domingo con el objetivo de limpiar las zonas anegadas.
Tortura
Por su parte, en La Lima, que es de los municipios más golpeados por las inundaciones, en pocas horas colonias como la Sitraterco, el parque central, La Paz y otros sectores volvieron a quedar anegados debido a las fuertes precipitaciones.
“Está difícil, ya cerramos el bulevar del este, por El Progreso, Yoro y San Manuel, todo está cerrado para evitar el tránsito por la zona debido a que todo está inundado”, aseguró un agente policial.
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“Vengo de La Meza, el agua ya da el pecho, en la mañana estaba a la rodilla y a la cintura, por eso me tocó salir”, manifestó uno de los habitantes de la zona, que no deja de sufrir por las inundaciones.
| Destrucción
El 4 de noviembre la tormenta tropical Eta comenzó a inundar toda la zona norte de Honduras, destruyendo por completo colonias, fábricas y sembradíos y dejando a miles de familias en la calle.
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El secretario del Plan de Nación y coordinador de las actividades de limpieza en las zonas afectadas, Mario Pineda, afirmó ayer que ya comenzaron a llegar con el equipo de limpieza a la colonia Planeta de San Pedro Sula.
La maquinaria ingresó a la zona en las primeras horas de la mañana de ayer con volquetas, retroexcavadoras y otro equipo pesado.
Pineda refirió que uno de los problemas es el clima pues sigue lloviendo, por lo cual aprovechó para pedirle a la gente del valle de Sula de que “estén pendientes, que según Copeco viene una crecida de dos a tres metros del río Chotepe”.
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Al mismo tiempo detalló que ayer se comenzó a sacar la basura grande como colchones, muebles y refrigeradoras para así limpiar después solo el lodo.
Dependiendo de cómo esté el clima hoy se avanzará el operativo hasta limpiar Villanueva, Pimienta, La Lima, Potrerillos, y todo aquel municipio que solicite apoyo al Estado, afirmó el funcionario.
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En todas las labores se requiere apoyo de las autoridades locales para hacer un trabajo coordinado y permitir que las familias puedan volver a sus casas para que las limpien y comenzar de nuevo.
Un contingente de volquetas, retroexcavadoras y cargadoras se desplazó a los sectores Dos Caminos, Villanueva, al mediodía para iniciar y programar junto al gobierno local el trabajo en las áreas más afectadas.
En al menos 24 kilómetros de la carretera CA-5 entre Villanueva y San Pedro Sula hay toneladas de basura acumulada y el hedor no se tolera.
Parte de la basura en este trayecto fue arrastrada de la aldea El Calán por la quebrada Chasnigua.
