Constantes fallas eléctricas, baños en mal estado y goteras en algunos contenedores acompañan este módulo hospitalario de 91 camas comprado a poco más de 200 millones de lempiras.
El hospital móvil de Choluteca no atiende a pacientes con covid-19, en su lugar reposan enfermos -ambos sexos- de medicina interna.
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La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus recorrió los vagones del módulo hospitalario de Choluteca, habilitado hace unos dos meses, para evidenciar el funcionamiento.
El hospital móvil fue instalado por la empresa Ecomac, subcontratada por la empresa turca Vertisa, que al final no mandó ningún técnico para acompañar el montaje.
Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) entregó las soluciones modulares a la Secretaría de Salud (Sesal), actual administrador de los vagones.
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Calor intenso
Ubicados en el extremo derecho del portón de acceso al Hospital Regional del Sur se encuentran los vagones que conforman el hospital móvil.Una rampla de cemento inclinada separa el resto del inmueble médico de los contenedores comprados hace más de un año a 200 millones de lempiras, pero instalados hace dos meses.
En el primer intento de ingreso, EL HERALDO Plus se encontró con la negativa de las autoridades que acusaron estar resolviendo un problema interno.
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Durante la espera, el personal médico ubicado en la nueva estructura aprovechó para enumerar las falencias de los vagones.
“A cada rato se dispara el aire acondicionado o lo tienen que apagar, hay goteras en el área del comedor y constantemente se va luz, no lo usan para pacientes de covid-19, sino que trajeron a los hombres y mujeres de medicina interna, que no es correcto porque el espacio es muy pequeño”, confiaron dos enfermeras.
Llegó el momento de volver a entrar, esta vez el responsable del hospital móvil permitió el ingreso de las cámaras al recorrido.
A primera vista el módulo hospitalario se ve moderno con sus puertas automáticas, pero bien lo reza el viejo dicho, “no todo lo que brilla es oro”.
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A pesar de haber sido prometido como un hospital de última generación para atender a pacientes con covid-19, con 26 camas para cuidados de alta dependencia y 60 camas para unidades de cuidados intensivos con respiradores, dos camas para triaje y dos camas para emergencia, el inmueble no atiende a hospitalizados que enfrentan la enfermedad.
La capacidad en el suministro de oxígeno no permite pacientes graves y los ventiladores son de bajo flujo, por lo que ingresar a un enfermo con covid-19 sería condenarlo a morir sin piedad.
El primer golpe adentro de los vagones es la temperatura, el dispositivo móvil marcaba 36 grados centígrados pero el lugar parecía una olla de presión.
Resulta que la planta que suministra el aire acondicionado no permite que funcione por 24 horas corridas -al ser vagones cerrados sin ningún tipo de ventilación natural son calientes-, por lo que deben apagarlos cierta cantidad de horas a pesar de atentar contra los enfermos.
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Apagones
El hospital móvil de Choluteca tiene menos de dos meses de instalado, pero en el baño de mujeres están pegados los rótulos de “En mal estado”.El techo por donde se instalaron las tuberías se evidenció lleno de mugre debido a las constantes fallas que se deben revisar.
El problema de la energía eléctrica en la zona sur es acusado a las constantes tormentas eléctricas y el problema es que la planta del hospital móvil no tiene la capacidad para resolver ante las inclemencias del clima.
En el recorrido se pudo verificar el hacinamiento en las salas debido al poco espacio que existe entre las camillas obligando al personal a trabajar limitados.
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A pesar de haber sido “probado” por la Secretaría de Salud antes de recibirlo de Invest-H, el inmueble tiene carencias de instalación e incluso algunos vagones para atención no han podido ser abiertos, entre ellos el área de cocina, que está deshabitada.
En el área del comedor las goteras no pudieron ser evidenciadas, debido a que el clima sin lluvia no lo permitió, aunque sí se logró verificar que las sillas están apiladas en una esquina, por lo que se presume que no lo estarían utilizando.
El espacio que sería utilizado para las personas fallecidas (cuarto frío) se encuentra abandonado al final de los vagones.
EL HERALDO Plus no pudo verificar el estado externo de los contenedores o de las plantas de energía, aire acondicionado, suministro de agua, planta de tratamiento o trituradora, porque estaba restringido el acceso.
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En relación a los aparatos e insumos se logró evidenciar un desorden en la planificación, ya que los casilleros digitales del personal están atiborrados de jeringas e insumos que tendrían que permanecer en la bodega.
En la parte médica se tomó la determinación de unir a pacientes del sexo masculino y femenino en el mismo espacio, situación que genera incomodidad, especialmente en las mujeres, además de obligarlos a recorrer casi medio hospital en camilla bajo el intenso sol al momento de ser intervenidos.