Honduras

Familiares de mineros del sur abatidos por la desesperanza

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22.05.2016

El Corpus, Choluteca, Honduras
Encontrar con vida a sus seres queridos es un anhelo que se esfumó hace rato. Hoy, después de 110 horas de intensas labores de búsqueda, rescatar los cuerpos de los dos mineros soterrados y darles cristiana sepultura, es el único deseo de las familias, en el Corpus, Choluteca.

Pero, la larga jornada en la que los cuerpos de socorro y mineros han dedicado para liberar los restos de Miguel Ángel Zepeda Rodríguez (32) y Ever Onán Rodríguez (26), de las entrañas del cerro Cuculmeca, le están pasando la factura a la salud de sus familiares.

La desesperación y agonía de no dar con el paradero de sus seres queridos provocó problemas de deshidratación y estomacales al pequeño Jeffry Omar Zepeda de 21 meses, hijo de Iris Mendoza y Miguel Ángel Zepeda. “Al niño le pegó fiebre y estuvo mal del estomago, entonces de inmediato mi mamá decidió llevárselo para la casa, lo sobó y ahora se encuentra mejor, puesto que al parecer tenía un empacho por tanto sol y aire helado que recibió cuando estuvo en la mina”, dijo la madre del menor. Y es que las familias se niegan a abandonar la zona hasta que no se rescaten los cuerpos. Con lágrimas en sus ojos, Iris recuerda como su niño, a tan corta edad, reciente la muerte de su padre.

“Siempre que las personas le preguntan por su papá, él dirige su dedito al cielo y señala como que Miguel está allá, por lo que siempre que hace ese gesto a mi me descontrola”, dijo acongojada.

El pequeño Jeffry era muy unido con su padre, corría a encontrarlo cuando éste regresaba de la mina.

“Mi niño se ha quedado huérfano, pero lo que me consuela es que en el tiempo que ambos vivieron juntos fueron felices”, dice la madre.

La situación que enfrenta Iris es similar a la de Cindy de Rodríguez, esposa de Onán Rodríguez. Su pequeño hijo Ever Onán, de un añito, tuvo que ser atendido por sarpullido e inyectado para evitar una descompensación.

“Yo quisiera dejar al niño en la casa, pero no tengo a nadie que me lo cuide, por lo que tendré que tenerlo en la mina hasta que localicen el cuerpo de su papá”, manifestó.

Las condiciones de salud de los padres de ambos mineros tampoco es la mejor, ya que en las últimas horas tuvieron que recibir atención de la cuadrilla de salud.

“Para uno como padre es difícil tener que estar esperando que se rescaten los cuerpos de sus hijos con este calor y padeciendo todo tipo de necesidades”, dijo Santos Rodríguez, padre de Miguel Ángel.

El fatal accidente en el que quedaron atrapados tres mineros se registró a las 5:45 de la mañana del martes, solo se ha logrado rescatar el cadáver de Carlos Ariel Aguirre Varela, de 23 años de edad, el pasado miércoles