El Paraíso, Honduras
El pasado martes recibí una llamada desesperada de una vecina del barrio La Lomita del municipio de El Paraíso. La dama me contó que tenían más de 20 días sin dormir porque de 7:00 de la noche a 2:00 de la madrugada, los fantasmas atacan con piedras sus hogares.
“Una lluvia de pedradas caen cada noche en 11 casas, ya no aguantamos, hasta el techo nos han dañado y por más que hemos formado grupos de vigilancia no hemos atrapado a nadie y las piedras no dejan de caer”, me dijo doña Ana Rivera.
Para verificar el hecho, me decidí a pasar la noche en la casa de la denunciante, llegué a las 6:00 de la tarde y el hecho se adelantó; a las 6:50 comenzó “una lluvia de meteoros”.
Si bien yo no creo en esas cosas, el solo ambiente del ruido infernal de las piedras cayendo sobre las láminas de zinc, los gritos de vecinos, unos rezando y otros cantando alabanzas, me paralizó por un instante.
En eso, un grupo de patrulleros, vecinos que vigilan el sector uno, que es el afectado, me invitaron a caminar con ellos y buscar a los culpables, después de casi una hora de camino no encontramos a nadie, pero las piedras no dejaban de caer.
La mayoría de los pobladores están convencidos de que es un hecho sobrenatural e incluso el pastor del barrio que vive en la parte baja asegura que los eventos son una consecuencia de la drogadicción y hechicería que impera en la zona.
“Yo fui a rezar el domingo y al solo entrar se sienten fuerzas malignas, los vecinos tienen que volverse a Dios para que ese tormento acabe”, dijo Fredy Merlo, el pastor del templo que irónicamente se llama La Profecía.