La señora He detalló que sintió una ráfaga de viento sobre sus ojos, pero asumió que había entrado algo de tierra, debido a que usa lentes de contacto evitó frotar sus ojos, pese a la incomodidad que la supuesta tierra le causaba.
Horas más tarde sus ojos seguían hinchados y doloridos, situación que la llevó a buscar ayuda médica.
Al llegar al Hospital Universitario de Fooyin fue rápidamente atendida por el doctor Hong Chi Ting, quien explicó que la señora He no podía cerrar los ojos por completo, debido a los insectos alojados en el interior de su ojo izquierdo.
'Miré con un microscopio y vi algo negro que parecía una pata de insecto. Agarré la pierna y muy lentamente saqué una abeja. Luego vi otra, y otra y otra. Las abejas estaban intactas y todas estaban vivas', señaló el doctor
'Fue afortunada'
El doctor Hong explicó a la BBC que se quedó 'en estado de shock' al ver los insectos que medían cuatro milímetros de longitud y que es posiblemente la ráfaga de viento que dice haber visto la señora He. El viento pudo haber impulsado a las abejas dentro del ojo de la fémina, donde se cree que quedaron atrapadas, sin poder salir.
De igual forma, el doctor añadió que la señora He tuvo suerte de no frotarse los ojos mientras las abejas estaban dentro.
'Afortunadamente usa lentes de contacto así que no se frotó los ojos por miedo a romperlas. Si lo hubiese hecho, las abejas podrían haber producido veneno y ella habría quedado ciega', reiteró el médico.
Las abejas todavía están vivas
El doctor agregó que las abejas 'Todavía están vivas. Las hemos mandado a otra organización para ser estudiadas. Es la primera vez que vemos algo como esto en Taiwán'.
La señora He ya fue dada de alta y se espera que se recupere por completo.
Es importante saber que las abejas sudoríparas, también conocidas como Halictidae, se sienten atraídas por el sudor, por lo que a veces aterrizan en las personas para absorber su transpiración.
Según expertos, a estas abejas les gusta beber las lágrimas de las personas debido a su alto contenido en proteínas, lo que pudo haberlas motivado a entrar en el ojo de la señora He.