Tegucigalpa, Honduras
En los últimos años vemos con agrado que existe una oferta permanente de cine hondureño, donde la mayoría de las producciones logra recuperar la inversión, algunas obtienen un rotundo éxito de taquilla, y la propuesta temática y estilística va siendo más variada.
Aunque también hay que señalar que no siempre la cantidad va acompañada de calidad. Suele pasar que se exhibe una comedia y la gente no se ríe o mira una película de terror y el público se ríe.
Muchas comedias -el género más explotado últimamente- han adolecido de deficiencias técnicas y de guion, y un par de películas recientes de bajo presupuesto fueron tan malas que apenas duraron una semana en cartelera.
Sin embargo, un género en el cual todavía no lograba convencer el cine hondureño era en las películas de romance, ya que las escenas de amor eran o muy cursis o nada creíbles, que en vez de emocionar, aburrían. Con “Un lugar en el Caribe”, el más reciente trabajo de Juan Carlos Fanconi, al fin se consigue una película de romance y drama de calidad.
CasiTres años duró laproducción y se invirtió más del millón de dólares. |
Un director persistente
A Fanconi hay que reconocerle dos hechos. Uno, que es de los pocos directores hondureños que se toma su tiempo entre una película y otra con el fin de realizarla de la mejor manera posible. Desde su debut en 2002 apenas ha realizado tres largometrajes en 15 años, sin embargo, con cada nueva producción se nota su mejoría en propuesta fílmica, su madurez como cineasta.
Y el segundo hecho es que en cada largometraje no se repite, busca nuevas temáticas que impliquen además retos técnicos y de producción.
Así, evoluciona del cine de terror para jóvenes y con toque hollywoodense (no hay que negarlo) que fue “Almas de la medianoche” (2002) a la arriesgada complejidad del guion (con críticas mixtas) sobre el contacto con extraterrestres y la búsqueda de la mítica Ciudad Blanca en La Mosquitia que supuso la cinta de aventura y ciencia ficción “El Xendra” (2012), en la que expande las fronteras de producción con elenco y locaciones centroamericanas, hasta desembarcar en “Un lugar en el Caribe”.
Antes de “Un lugar en el Caribe”, el único antecedente que existe de un largometraje hondureño ambientado en la playa es “Un loco verano catracho” (2015) de Carlos Membreño. Ambas tienen en común que fueron estrenadas en fechas previas a Semana Santa, para aprovechar el interés del público por temáticas veraniegas y turísticas, y que ambas tramas parten del viaje que emprenden los personajes hacia un sitio exótico que les depara muchas sorpresas.
Mientras que el filme de Membreño muestra en tono de comedia las vacaciones de una familia disfuncional en un entorno ajeno a sus idiosincrasias, Fanconi en su película explota al máximo el exotismo para integrar a sus personajes, los que se desenvuelven con soltura en espacios paradisíacos y en situaciones que para la mirada del extranjero resultarán sumamente atractivas.
Se le aplaude a Fanconi el hecho de “repatriar” al actor hondureño José Zúniga, quien participa por primera vez en un largometraje rodado en nuestro país.
Zúniga es acompañado por un elenco internacional integrado por Rodrigo Guirao, Gastón Pauls, Gabriela de la Garza, Lali González, Boris Barraza, Ana Clara Carranza; los hondureños Daniel Zacapa, María Elena Vindel y Fermín Galeano, entre otros.
Roatán es mostrada como una locación cosmopolita, atractiva. |
En el filme, Roatán es mostrada como una locación cosmopolita, atractiva al turista de diversas latitudes. No se puede negar que como producto audiovisual resalta muy bien las bondades turísticas de la isla.
Percibimos lo que ofrece Roatán por medio de las vivencias que van teniendo los personajes, la trama de encuentros y desencuentros amorosos que se va deshilvanando es la que hilvana las bondades que ofrece este lugar en el Caribe. El ritmo es equilibrado y la diversidad de encuadres intenta mostrar al máximo la belleza de la isla.
Con este marco, Fanconi nos ofrece una película de romance, de aventura, de turismo, con momentos dramáticos. La cinta es altamente recomendable, ideal sobre todo para parejas y para aquellos que tienen planes de viajar en Semana Santa a alguna zona costera del país para disfrutar del mar, la vida nocturna en la playa y las posibilidades de amar que ofrecen esos ámbitos en estas fechas veraniegas.
Si la película arrasa en taquilla y obtiene premios internacionales, eso el público, la crítica y el tiempo lo dirán. Por ahora, no queda más que felicitar a Juan Carlos Fanconi y su elenco y equipo técnico. “Un lugar en el Caribe” ya tiene un lugar en lo mejor del cine hondureño.