Buenos Aires celebró la vida y la obra de Jorge Luis Borges (1899-1986). Transformada en la capital de la poesía, la ciudad reunió a 30 escritores de 20 países, en el XI Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires, que este año conmemora los 30 años de la muerte del autor argentino.
Poetas de Argentina, Bolivia, Chile, México, Brasil, Portugal, España, Italia, Canadá, Dinamarca, Holanda, Suecia, Turquía, Japón, Corea del Sur, India, Rusia y Líbano, se reunieron en el Centro Cultural Kirchner, para participar en recitales de poesía, talleres y encuentros que culminaron ayer.
Durante cinco días, la obra del poeta errante cobró vida en boca de otros poetas. Desde la proyección de una entrevista a Borges de 1976, conciertos, lecturas e incluso una travesía en subte por diversos sitios emblemáticos de Buenos Aires, formaron parte de las actividades realizadas en el marco del festival organizado en colaboración con la Sociedad de Escritores y Escritoras de Argentina.
Un asalto poético
Megáfono en mano, los poetas bajaron escaleras para sorprender a los pasajeros del subte y reafirmaron con sus poemas que “A (Jorge Luis) Borges es imposible desterrarlo. Partió pero se quedó”, tal como lo valora la directora del Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires, Graciela Aráoz, en un artículo que publica el diario español El País.
Al igual que el escritor, Aráoz está convencida de que la poesía tampoco será desterrada, ni siquiera en este mundo globalizado en el que el género no tiene cabida en las grandes editoriales: “Lo que importa es escribir cómo soy feliz y cómo llegar al éxito, esas cosas venden y son best-sellers”. La baja de obras poéticas en las librerías ha obligado a los organizadores a sacar el festival a las calles de Buenos Aires.
“Tratamos de que la poesía llegue a los lugares menos acostumbrados y adecuados para escucharla”, afirma la directora. Prueba de ello es que en años anteriores, los poetas pasearon por plazas públicas y entraron en cafés.
Además de los más de 30 poetas, participaron en la cita literaria, una decena de músicos, entre ellos El Soldado Rodolfo González, rockero exintegrante de Los Redonditos de Ricota, y la dupla de músicos de tango, Patricia Barone y Javier González.
Pero no es lo único dedicado a Borges estos días. Hace unas semanas se celebró su obra “El Aleph” en la Casa América de Madrid.
El celebérrimo relato del escritor argentino, que describe un punto del espacio que contiene todos los puntos del universo, es parte de la muestra “El infinito Borges”, considerada una de las exposiciones más completas que se han hecho sobre su figura, con más de 300 objetos originales.
Y cómo no celebrar al escritor argentino que llevó la ficción al rango de fantasía filosófica y degradó la metafísica y la teología a mera ficción. Los temas y motivos de sus textos son recurrentes y obsesivos.
Además, lo fantástico en sus ficciones se vincula con una alegoría mental, mediante una imaginación razonada muy cercana a lo metafísico. Su fama es universal, es definido como el maestro de la ficción contemporánea.