Crímenes

Honduras: La riqueza y diversidad del arte en el CCET

FOTOGALERÍA
20.05.2017

Tegucigalpa, Honduras
'10x10”
es una muestra de los diversos lenguajes del arte, un recorrido por la visión de los artistas hondureños y un rescate de la idiosincrasia de Honduras.

El Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) inicia la conmemoración de su décimo aniversario con esta exposición que reúne a 20 artistas hondureños, 10 que ya habían expuesto en el recinto y otros 10 que fueron seleccionados gracias a una convocatoria abierta.

Pintura, escultura, fotografía, video, audio e instalación fueron parte de los proyectos que los exponentes prepararon especialmente para esta muestra, donde convergieron diversidad de mensajes, en los que se hacen reflexiones sobre tópicos de la sociedad hondureña utilizando como punto de partida los diferentes sistemas métricos que se utilizan en el país.

Los artistas

Adonay Navarro, Ariel Sosa, Arturo Sosa, Ana Granera, Byron Mejía, Daniel Valladares, Erick Zelaya, Pável Aguilar, Gabriel Galeano, Walter Suazo, Lía Vallejo, Nahún Pérez, Stephanie Andino, Kathy Munguía, Gabriela Fu, Wilmer Murillo, José López, Mónica Andino, Juliana Fuenzalida y Santos Arzú Quioto son los artistas que integran “10x10”.

Juliana Fuenzalida, que por primera vez expone en este espacio, presenta una obra titulada “Antropopérdidas”, en la que aborda la pérdida de dos medidas que se utilizaban de forma manual en el pasado: la pulgada y la cuarta, que ahora se miden con los instrumentos actuales.

Su pieza también tiene otros dos elementos, uno que rememora sus pasatiempos de la niñez y otro que tiene que ver con la perspectiva visual de su obra.

Sobre su experiencia en este proyecto, la artista destacó un aspecto, que es el apoyo económico del CCET para que los artistas realizaran sus obras, “eso es algo que tengo que remarcar y aplaudir del CCET, aquí para poder exponer en museos, centros culturales o galerías, de la bolsa del artista tiene que salir la producción y sin mencionar que hay que esperar dos o más años para reservar un cupo y usar esos espacios”.

El retorno

Santos Arzú Quioto expuso en el CCET en 2010 su proyecto “El insectario: inquietud en el recinto de clausura”, por lo que en esta ocasión hizo una memoria de esa muestra con una pintura en formato pequeño, donde prevalece el color azul.

Arzú destacó la importancia de la labor del CCET, no solo como un lugar de encuentro para los artistas, sino para las personas que sienten inquietud por el arte y la cultura, “es un espacio privilegiado, entrañable diría yo, porque antes estuvo la Galería Portales, y además creo que los artistas hondureños y extranjeros han encontrado acá un punto de apoyo, y llevar diez años en nuestro entorno y estar bregando en el ambiente artístico merece ser celebrado”.

Arturo Sosa también regresó al CCET para esta muestra en la que presenta una colección de fotografías de pequeño formato sobre el Parque Arqueológico de Copán.

La serie se titula “Oswitik, reyes y dioses de Copán” y destaca a algunos de los 17 reyes que construyeron la ciudad maya y la huella que cada uno de ellos dejó para la posteridad.

La colección consta de alrededor de 40 imágenes, pero en la muestra presenta diez.

Para Sosa, un espacio como el CCET es importante no solo porque es la institución que realmente le abrió las puertas a la nueva generación de artistas, sino porque “en el caso de la fotografía fue el primer centro que la vio como una nueva forma de expresión y nos enseñó a todos a trabajar de una manera distinta”.

Visualización del arte

El embajador de España en Honduras, Miguel Albero, señaló que aunque llegó a Honduras hace tres años ha seguido el trabajo del CCET desde sus inicios, por lo que considera que la labor que ha cumplido hasta ahora está muy bien, ya que responde a la política de cultura y desarrollo de España.

El centro enmarca su trabajo no solo en la visualización del arte, sino también en la formación de los artistas.

Albero expresó que es necesario que las instituciones locales le apuesten a la cultura, “entiendo que hay otras prioridades políticas, pero creo que la cultura es esencial en la identidad de un país y esta labor que hace el CCET está muy bien, pero en algún momento debería ser realizada por la propia institucionalidad de Honduras, por lo tanto animo desde aquí a las autoridades a que sigan la puesta en báscula de la cultura”.

El diplomático también destacó el talento de los artistas, que merece una mayor proyección.

“Honduras tiene un reto, que la gente conozca a sus creadores... En todos los ámbitos veo que hay una gente muy potente, pero les falta dar ese salto hacia afuera y yo creo que en eso pueden ayudar las instituciones”.