Según un artículo de la ABC, los óleos “ La iglesia protestante de Nuenen”, fechado entre 1884 y 1885, y “La playa de Scheveningen al desatarse la tormenta”, de 1882, se exhiben desde el pasado 7 y hasta el 26 de febrero en el museo napolitano antes de ser enviadas de vuelta al Museo Van Gogh de Ámsterdam, de donde fueron robadas el 7 de diciembre de 2002.
La muestra
La exposición es promovida por el Ministerio de Bienes y de las Actividades Culturales y del Turismo, y financiada por la región de Campania (sur).
Los cuadros estarán colgados, junto a la Sala de Caravaggio. Según la ABC, en septiembre de 2014 la Guardia de Finanzas italiana anunció la recuperación de los cuadros en un local de Castellammare di Stabia (cerca de Nápoles) durante una operación contra el crimen organizado.
“La iglesia protestante de Nuenen” representa a feligreses saliendo del templo donde el padre de Van Gogh ejercía como pastor, mientras que “La playa de Scheveningen al desatarse la tormenta” es un lienzo de pequeñas dimensiones que reproduce una escena del litoral cercano a La Haya. La tela fue pintada por el artista para dedicarla a sus padres.
El hallazgo
Los dos cuadros de Vincent van Gogh, robados hace más de 14 años del museo de Ámsterdam dedicado al pintor holandés, fueron encontrados en 2016 por la policía italiana en el hueco de una doble pared en una casa de Castellammare di Stabia, a 35 kilómetros de Nápoles, propiedad de Raffaele Imperiale, un poderoso narcotraficante.
La recuperación fue posible gracias a las declaraciones de un arrepentido del hurto. Los dos lienzos son de pequeñas dimensiones: “La playa de Scheveningen al desatarse la tormenta” (34.5 x 51 centímetros) y “La iglesia protestante de Nuenen” (41 x 32 centímetros).
“Gracias, Nápoles”, dijo el embajador holandés en Italia, Joep Wijnands, durante el acto inaugural. Mientras, el director del Museo Van Gogh de Ámsterdam, Axel Rüger, manifestó que se sentía “extremadamente satisfecho y contento por el hecho de que las obras se expongan en primer lugar en la ciudad en que fueron encontradas. De esta forma, hemos querido expresar nuestra gratitud a las autoridades regionales y nacionales”.
Por su parte, el director del Museo de Capodimonte, Sylvain Bellenger, subrayó la importancia de esta restitución: “Hoy no solo celebramos a Van Gogh, sino sobre todo la lucha contra la ilegalidad, contra el tráfico de obras de arte. No hay cosa más fea culturalmente que robar en un museo, donde se expone la cultura para todos.
Por eso, si se roba, se están robando a todos. Es normal que como homenaje a Nápoles, antes de que vuelvan a Holanda se hiciera esta exposición en un museo de gran belleza como el de Capodimonte”.
El director holandés Axel Rüger no pudo ocultar su emoción, porque las dos obras recuperadas son fundamentales para la comprensión de la primera etapa pictórica de Van Gogh.
La historia del robo fue rocambolesca. Los ladrones rompieron una ventana del museo de Ámsterdam y se escaparon con las dos telas descendiendo por una cuerda desde la ventana rota. Fueron arrestados y condenados con pena de cárcel, pero no colaboraron en la recuperación de los cuadros.
Los dos Van Gogh terminaron en manos de la camorra hasta que fueron clamorosamente recuperadas por la Guardia de Finanzas en el curso de una operación contra una banda de narcotraficantes internacional.
Desgraciadamente, no siempre hay un final feliz en el robo de obras de arte. “La Natividad con los santos Lorenzo y San Francisco de Asís”, de Caravaggio, cuadro pintado en el 1609 y sustraído brutalmente del Oratorio de San Lorenzo de Palermo en 1969, jamás fue encontrado.