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La química del amor

Más que la atracción física, el amor encierra todo un proceso neuroquímico que facilita el trabajo de Cupido y da una explicación a las mariposas en el estómago

09.02.2012

Si estás enamorado es difícil explicar esa sensación y todos lo relacionan con las maripositas en el estómago, pero algunos tienen otros signos como temblor en las piernas y mejillas ruborizadas.

El amor hace que el cuerpo experimente un estado bioquímico donde se presentan ciertas reacciones neuronales y hormonales, señala el psiquiatra Juan José Flores Dóñez.

En cuanto ves a la persona especial tu cerebro estimula a los neurotransmisores causantes de la sensación de hormigueo en el cuerpo, temblor en las manos, respiración agitada, pupilas dilatadas y piel erizada.

En ese momento se enciende una especie de alarma interna que aumenta la sensibilidad a tal grado que una simple mirada de la pareja activa todo el sistema nervioso.

Cuando te sientes atraído por alguien experimentas cambios químicos, fisiológicos y de conducta.

Basta un roce de manos para liberar una serie de sustancias que producen diferentes manifestaciones físicas.

La principal sustancia que se libera a nivel periférico es la adrenalina, capaz de acelerar el ritmo cardiaco a más de 100 pulsaciones por minuto, también aparece la oxitocina, sustancia relacionado con el apego personal.

A nivel cerebral las endorfinas producen una sensación de bienestar, mientras que a nivel muscular se contraen los músculos, de aquí la sensación de mariposas en el estómago, explica Flores.

Junto a tu amor

Increíble que todo esto suceda con tan solo estar cerca del ser amado. “El amor produce un estado bioquímico que no se puede controlar fácilmente”, comenta, “hasta que pasa el tiempo disminuye la cascada de sustancias liberadas y es cuando las personas se dan cuenta de cómo es realmente su pareja”.

Las reacciones bioquímicas que experimenta tu cuerpo en la fase de enamoramiento te hacen sentir bien, incluso hasta cierto punto es saludable porque vives un estado diferente al habitual. Así que aprovecha cada momento.

Para todos aquellos que han pensado en el amor es como una droga, un especialista en Estados Unidos cree que sí lo es, pues sus efectos pueden explicarse a través de una serie de procesos neuroquímicos que suceden en áreas específicas del cerebro.

Larry Young, especialista del Centro Nacional de Investigación sobre Primates, en Estados Unidos, explica en la más reciente edición de la revista Nature que reducir el amor a sus partes componentes nos ayudará a entender la sexualidad humana y puede conducir al desarrollo de medicinas que realcen o disminuyan el amor por el otro.

“Si esto es cierto, ya no tendríamos que depender de las ostras o el chocolate como afrodisíacos. En vez de eso, sería posible que los científicos desarrollaran afrodisíacos químicos que harían que nos enamorásemos de la primera persona con la que nos cruzáramos”, reflexiona Young.

Y a aquellos que se enamoran de quien no deben, se les podría dar un antídoto contra un amor inadecuado. Incluso se podría llegar a realizar un “test del amor” para saber si dos personas están predispuestas a tener una vida en común feliz, advierte el investigador.

Los modelos animales han ayudado a comprender el mecanismo que regula las emociones, particularmente aquellas como el temor y la ansiedad. Estos avances han permitido a los farmacéuticos desarrollar terapias contra las fobias o el estrés post traumático. “No sé si seremos capaces de entenderlo totalmente, pero creo que nuestras emociones han evolucionado de comportamientos y emociones que provienen del reino animal”, señala el científico.

De hecho, Young sostiene que la manera en que una madre quiere a un hijo es semejante a la que una madre chimpancé o una rata sienten por sus crías.

No es amor... es oxitocina

En varias especies animales los científicos han descubierto que una sustancia química, la oxitocina, es la responsable de desarrollar el vínculo entre la madre y su hijo y el profesor Young cree que es muy posible que el mismo proceso suceda en los humanos.

“Lo que pasa es que cuando experimentamos esas emociones son tan intensas que no podemos imaginar que se trata tan solo de una serie de procesos químicos”, aseguró.

Los investigadores han descubierto que la oxitocina es la responsable de vincular a los ratones de campo, que como los humanos crean un fuerte vínculo entre ellos durante un largo tiempo.

También se han realizado estudios en humanos que muestran que la oxitocina incrementa la confianza y la habilidad de comprender las emociones en los otros.

Así que Young asegura que tiene sentido pensar que el mismo tipo de molécula está involucrada en fortalecer los vínculos entre las personas.

El científico cree que también hay otras sustancias químicas responsables de fortalecer ese vínculo, así que tan solo se debe investigar más para averiguar cuáles son.

“Estoy seguro de que esto es solo el principio. Hay cientos de moléculas de señalización que actúan en áreas diferentes del cerebro. Creo que algún día entenderemos mejor cómo interactúan todas esas sustancias químicas en áreas específicas del cerebro que tienen la función de hacer surgir esas emociones complejas”, reporta Young.

Ahora Young tendrá que discutir con los científicos que no están de acuerdo con su teoría de que el amor depende tan solo de sustancias químicas.

Según el especialista, se sabe por estudios realizados con humanos que las mujeres que han experimentado abuso o negligencia al inicio de su vida tienen unos menores niveles de oxitocina en el cerebro. “Sea como fuere, los recientes avances en la biología nos indican que no estamos lejos de que algún pretendiente inescrupuloso pudiera adquirir en la farmacia una ‘porción de amor’ y ponerla en nuestra bebida. Y si lo hiciera, ¿podremos protegernos? Después de todo, el amor es una enfermedad”, concluye el especialista.

Conoce tu cuerpo

El amor, el amor


- La oxitocina es la responsable de desarrollar el vínculo entre los humanos.

- Esta molécula incrementa la confianza y la habilidad de comprender las emociones en los otros.

- El cerebro produce una cantidad elevada de endorfinas y encefalinas.

- Estas endorfinas semejan en su composición química a drogas como el opio y morfina.

- Las endorfinas provocan que la persona se sienta sin hambre y feliz.

- Las feromonas son sustancias secretadas por algunas glándulas y son percibidas por otra persona.

Tus cambios

Descarga de adrenalina

El amor hace que el cuerpo experimente:

- Presión arterial elevada.

- Latidos acelerados.

- Estómago contraído.

- Pupilas dilatadas.

- Sudoración excesiva.

- Mejillas ruborizadas.

- Aumento de glóbulos rojos para mejorar el transporte de oxígeno en la sangre.
- Fuerte calor interno debido a las múltiples descargas neuronales.