Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: Delincuentes grandilocuentes

Chafarotes y policías ocultos apoyan “castigo contra los corruptos” y en décadas pasadas avalaron golpes de Estado y de barracas. ¡Cobardes!
13.06.2021

TEGUCIGALPA. Topados con la plaga del siglo, con corruptos libres y, de paso, presidenciables atrevidos creídos de pulcros, el país casi en colapso, seguirá raptado, nos guste o no, por mafiosos que lo malo lo ajustan y lo tiñen bueno apoyados en voceros insanos. Les importa un pito el descrédito mundial a que nos someten. Es una reata de delincuentes grandilocuentes.

Nos ven con el cerebro al revés. Miles, tal vez nuevas crías, sueñan castos a unos políticos, financieros, reporteros, médicos, militares y policías, entre muchos actores, pues ignoran sus pasos.

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Ladrones luciendo sus desdoros; “odian” lo maligno y son de cloacas. De “compadre hablado” gritan y urgen su pena siendo parte del tren de bandidos que atraca sin piedad.
¿Por qué brincar que un exconvicto sueñe gobernar? “En Honduras todo es posible”. Si a un diputado “le pela” -con su florido argot- que lo tilden de corrupto y sea reelecto ¿quién o quiénes son los culpables o favorecidos de verlo libre, fantoche y “legislando”? Incultos apreciamos de diva a una actriz o cantante de fama mundial por llevar once amoríos al hilo.
En cambio, aquí, llamamos prostituta a una paisana que dos machos, no “fatalmente” albañiles, sino políticos, periodistas, doctores, ricachos y otros la plantaron con cuatro hijos. ¿Qué nos pasa?

Mamás

Tiro
Los delincuentes grandilocuentes se congratulan entre sí. Intercambian pergaminos de “personajes del año” robándose millones todos los años.
Fatales 2020 y 2021. Plaga más Eta y Iota nos licuaron y siguen con la paja de “refundar”.
¿Quieren fundar qué? ¿Revisar lo que ya se robaron o lo que les faltó peinarse con la mamá? Ustedes, los mismos, barren y trapean todo lo sagrado avivando la pobreza extrema, causando muertes por doquier y, a lo yo no fui —su crianza—, cantan pureza.
Idean sacar a los impunes del poder teniendo el mismo fin, asaltarnos. ¿Cuál amor al país? ¡Por favor! Cambien de arenga ¡Baratos que salen caros con un poquito de mando! De alcaldías y curules se van unos y nos meten a sus hijos para afeitar el panqueque de harina. Así el banquete de frescos. Aquel sonriente, otro criminal, raptando partidos con su maletín de jardín.

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Jurando “pasión por los pobres” roban sin compasión. Así son de tramposos estos hijos... de este pueblo. Crean un partido y lo cortan. Ya hecho añicos lo transan en millones aliándose a lo pícaro. “Vamos a rescatar la nación de los corruptos”, rugen.
Unos con cachos y resentidos, pero codiciosos apuran casorios. “¡Basta ya!”, chillan los delincuentes grandilocuentes desde sus guaridas. El chiste se cuenta solo. Ja, ja.

Amos

Sabemos quién es quién; tontos los loan o se inflan solos por altivez. A estas alturas, por culpa de muchos(as) ya ancianos —damas y sus maridos— de un partido y de otro, gozan de altos cargos y ricas gangas en la burocracia. Insaciables, ya jubilados, son “asesores” diplomáticos en los tres poderes estatales, en interventoras... así se inventan las chambas para sus economistas y abogados entre pila de tragones.

Benditos

Se creen puros, perfectos, necesarios. Su “bendición” no solo es por “cuello político”, igual son queridos de fuertes empresarios que en cada régimen se chupan miles de millones de dólares en los “planes de país” más deseados y reñidos en turbias subastas públicas donde el o los ganadores son, como así debe ocurrir, los mismos del desagüe.

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Hedor
Ahí andan, a su estilo, muchos picaritos jurando enderezar el país y poco a poco salen en listas de corruptos y narcos del imperio.
En masa, se dicen tirados del cielo, remedios o filtros contra la corrupción imperante y galopante. ¿Cómo es posible que ladrones del erario vengan a jurarnos un “cambio” al asomar las elecciones generales si en tropa se cubren sus pillerías? Con seria justicia estarían refundidos en prisión y no goteando falsa decencia en campañas políticas.
Empero, ahí están, casi chocando unos con otros (con sus damas) ofreciendo arreglar el intenso caos creado por ellos(as) en tutelas pasadas. Rojos, desteñidos y azules niegan ser delincuentes. Hasta los grandilocuentes que se peinaron la Conadi y Hondutel con sus queridas de los años 70, 80 y 90 riñen la podredura. Libretas de prensa quedaron en sus camas. ¡Amor, me preñaste!

Aladinos
Los grandilocuentes, “salvadores” de la crisis, ¿estarán al tanto de las enormes deudas y los serios pactos con el BM y el FMI para 2022?.
Estas “figuras” buscan desviar nuestros ojos. Nos ven ciegos creyendo, por lagartos, que nadie ve cómo sus uñas roban millones del Estado directo a sus caletas del crimen. Por más que exijan limpidez y se juren puros, son impuros de pies a cabeza. Ofertan “cambios” y supuran pus por donde se les pincha. Si ustedes son grandilocuentes y no delincuentes, ¿la rata de albañal soy yo? ¡Prohibido olvidar!

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