A su eje se unen camaleones, bribones, unos cuantos limpios, otros tirados de santos, raros, recocidos y anónimos. Su vigor, más allá de la realidad, podría ser una entelequia. Buscar uniones cada cuatro años es sinónimo de anemia profunda. Nasralla va solo nuevamente, perdió la estructura de Libre y su boda con “Mel” fue nomás otro teatro sin libreto.
LEA: Artículo de Octavio Carvajal: ¡Tiene razón Yani!
Bocas
Con mucho respeto, el candidato presidencial no cuaja en sus intentos porque levita con su ego y coquetea con todos.Los febriles sobran por todos lados, pero no en todas partes les abren las puertas de par en par. En nuestro país los grupos de poder apuestan a quien le conviene, amparados en canales con picos de difusión aptos para acabar sus maldades.
De repente, Nasralla no tiene la malicia de viejos políticos y hábiles empresarios, quita y pone peones e intuye que al trono se llega al modo de X-0 Da Dinero.
No dudamos de sus buenos planes para gobernar y limpiar la pudrición. Empero, en medio de sus fortalezas tiene muchas debilidades, como sus súbitos y abruptos cambios de personalidad. Hoy es una X y mañana es un 0.
VEA: Artículo de Octavio Carvajal: “El exorcista”
Debe estar claro que la nación está secuestrada por reptiles en todos los gremios, donde los mismos que le simulan lealtad, podrían ser lleva y trae; galanes llenos de maldad que usan tontos útiles para hacerle creer, “al señor de la televisión”, que es fácil, casi como pegarle a un bolo, gobernar con decencia, fulminar el pus en letrinas públicas y privadas con trajeados bendecidos en cleros malditos.
Santos
Si en púlpitos demonios “riegan y piden agua bendita”, en cada callejón hay gente noble.Pensamos, es nuestro derecho, que Nasralla se torció al “casarse” con “Mel”, quien nunca pierde. Siempre es un ganador “peleándose”, además, no aspira al trono. Su partido, en el Congreso y en cada elección, logra ricas gangas por la deuda política. A “Jorgito” le va súper bien con la “narcodictadura”.
+Artículo de Octavio Carvajal: USA los usa y destusa
Nasralla no razona y pese a su sobrada agudeza, tuvo, igual a Ricardo Álvarez, su tiempo, su chance para dirigir el país; si le robaron el triunfo o no, eso solo David Matamoros Batson y compañía lo saben, pero la política, igual a su significado, es para hábiles, frescos, fríos, calculadores, de esos vistos y señalados de ser grandes forajidos y, el gentío, pese a todo su fétido historial, los sigue y los admira al oírlos hablar de decoro en diversos tubos de prensa sana e insana. “En Honduras todo es posible”.
Pecho
Nasralla va por la tercera, pero el Partido Salvador de Honduras (PSH) iría por primera vez a una elección general. Pese a estar en pañales, su corriente está plagada de apetitos inmensos. Sin temor a errar, el hombre de los mundiales de fútbol puede salir abrumado y goleado creyendo que su boga supera los cielos y que “Pecho” de Águila Zelaya votará por él.Si olvidó cuando en su centro de noticias pedía a gritos “¡policía, policía!” al verse asediado por el periodista Jorge Zelaya, hoy, sí debe urgir de uno, porque si no un exoficial de la Policía, con quien usted, de nuevo por febril, tuvo otro “casorio”, lo dejará sin partido. Y pensar que en sus canales se le coló de puro y cristalino. Uno de su altar lo quiere cazar.
DE INTERÉS: El artículo de Octavio Carvajal: Rosa con flores al trono
Nasralla fue, igual que otros ardientes, quien elevó a varios oficiales de Policía purgados de Casamata por presuntas anomalías, desde abuso de autoridad, cómplices del bajo mundo, hasta matone s. ¿También lo olvidó? A veces se peca por virgen, por inmadurez, por caprichos y locuras, pero usted amigo, merece una línea de la tonadilla de Julio Iglesias “tropecé de nuevo con la misma piedra, en cuestión de amores…”.
“Salvador de Honduras” debe estar claro, pues convive en túneles de grandes, la nación está domada por políticos, banqueros y ciertos periodistas útiles al sistema podrido. Ni unido a Yani, a La Salvatrucha ni la 18 llegará al poder porque sigue jugando a perder por ser un coqueto frívolo sin ton ni son. La política no es juego cajonero como X-O Da Dinero. ¡Bendiciones, peluche!
ADEMÁS: Artículo de Octavio Carvajal: A maquillar planillas
