Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: Miserable ego

Esos millones pueden ser “atol con el dedo” para que en las urnas metan millones de “indios” al candidato oficial de Libre para 2025
25.12.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- De anular -a su manera- la pintura que tiraron sondeos en las fichas de Porfirio Lobo Sosa y de JOH, a prestigiar los mismos sellos que elevan y afeitan por doquier el rostro de la jefa Xiomara Castro. A un pueblo en números rojos poco o nada le importa el miserable ego del codicioso aplazado.

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Quienes viven de la inopia popular, en la llanura y sin llenura, son todólogos, arreglistas de caos, se venden puros, enemigos del gasto. “Odian” las lisonjas (en caras ajenas o de rivales) y ya con mando, son otros díscolos, altivos, monos de otra rama y color en el mismo sitial. Con tu pisto y el mío pagan para loar sus prejuicios y orgullos o para tapar sus locuras y abusos. Así el teje y maneje de los mequetrefes.

Dramas

Se ufanan de “protectores” bajo rubores y son roedores de otros colectores que famélicos se arrastran y con poder abrazan mentes débiles que los sueñan su única salida y salvación cayendo en perdición. El pueblo sigue abajo y sus “salvadores” arriba, besándose unos con otros. Al inicio, en el ocaso de estos puntos de fantasía no aludimos a “Mel” Zelaya, quien llegó al sillón sumiso y acabado.Su célebre “urge ‘Mel’”, se volcó en poco tiempo en “alabado sea ‘Mel’”. Todo giró en torno a su ficha.

Hilo de adeptos, los mismos reporteros y los mismos sondeos alzaban a Zelaya que soñándose “prócer” urgió erigir una estatua a su calco para el palco de figuras de la Independencia en Casa Presidencial. Dos que tres lo riñeron, el resto lo sigue adorando. Así el “dios” del momento avisando más tormento.

Zelaya, un oculto narciso, cantó “la puerta negra” al son del grupo mexicano de narcocorridos Los Tigres del Norte. Los aplausos calurosos y eternos de sus fieles, incluidos caros cronistas de grandes medios de prensa agitaron el cubo señorial. Los cálculos juraron que como él no había dos. Muerto el rey... viva “Pepe” que subió con su “Cambio ya”, como terso y no como perverso.

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Ladrón

Claro, lo que medio mundo calló en contubernio con las elitistas encuestas es que esos cacareados “urge ‘Mel’” y “Cambio ya”, presagiaban que el lempira caería de 19.0278 a más de veinte lempiras. ¿Será porque se hartaron el perdón de la deuda por alimentar miserables egos? “Es difícil liberar a los necios de las cadenas que adoran”, dijo Voltaire.

El señor Lobo de verse manso a ser otro ganso en el podio. Nunca olió -a su gusto- el disgusto causado con el saqueo colosal al Seguro Social seducido por sus amigos empresarios y los mismos venales de la noticia que callaron su tufo y gritaron sus lucros según el caldo del billete. Poco faltó a estrategas de imagen y a sus reporteros decirle a “Pepe” Lobo que se parecía a Harrison Ford, el de la película “El fugitivo”.

“A algunos se les considera grandes porque también se cuenta el pedestal”, dijo Séneca. Para Lobo y sus íntimos, su gestión fue “rosa” con rosal de escándalos. Igual, se fue alabado, escupiendo a quienes ideó sus enemigos y abrazando a esos(as) que sí lo vendieron, lo dejaron y nunca lo salvaron por el rastro de asaltos. “Juan es el hombre”, repitió dando sepultura sin cultura a Ricardo Álvarez.

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Siervos

Cuando te toca, aunque te quites, y si no te toca, aunque te pongas, así llegó JOH, loado por Lobo Sosa y su collar de joyas políticas. Una libra de arroz con frijoles con pisto ajeno -como hacen todos- “en nombre de Juan Orlando” con su afiche pegado en la bolsita solidaria. “Juan en el campo, Juan en bicicleta... Juan con los periodistas (los mismos desde 1982)” y Juan acabó en Nueva York. ¿Y las encuestas? ¿Y los serviles?

Arribó Xiomara Castro quien a un año de mando los sondeos apuntan que su ego está en la punta y el pueblo con los pelos de punta con los alimentos, la inflación, el costo de la vida, el desempleo y el crimen en la punta. Empero, todo apunta que la jefa está en primer lugar de simpatías, poco importa la carestía si llegó la carretilla.

Castro media fría con “Mel” a su orilla, asoma Héctor Manuel por la tortilla avisando que deja el traje y la corbata y “me pongo el sombrero y las botas para vivir los próximos tres años con los campesinos” en ese empecino familiar de no dejar el poder ni siquiera por joder. Así lo pedirán las encuestas y sus picos. Bajo la sombra de “Mel” “Urge Héctor Manuel”. La “nueva justicia” lo ratificará.

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