TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con el país pulverizado pareciera que el pueblo se embruja o se distrae con soberanos pajazos montados fría y cínicamente desde el trono. Con las gasolinas, los frijoles y los pinches huevos por las nubes, con la energía mala, ausente y cara, entre hilo de porrazos, los pilotos, muy audaces, zurcen el caos con subsidios fugaces que pronto pasarán una onerosa factura al bolsillo de las mayorías.
Fácil es sacar el pisto del fisco o recurrir a más deuda para afeitar precios que más temprano que tarde explotarán en su verdad. Si JOH, como alegan los de turno, nos dejó hasta la coronilla de apuros, ¿por qué o para qué más préstamos para subsidiar una bola de nieve? Falta, ideamos como nos compete, sensatez de los regentes al hablar de crisis con un familión que se traga millones del erario.
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ATRACOS
Cada cuatro años más de lo mismo y, sobre todo, cuando cambia de tinte o de ideología el sillón. El gentío es el que siempre sufre un duro revés en medio de su optimismo breve, agrandado por espejismos de políticos baratos, vividores, oportunistas de su angustia. El que llega culpa al que se va y el que se fue dice que dejó todo arreglado. ¿Debemos hartarnos el palabrerío de todos? ¡Insolentes!
Todo lo arreglan leñazo tras leñazo para evadir o justificar robo tras robo y mentira tras mentira. No hay dinero para pagar burócratas mientras los íntimos y la familia presidencial se atoran con la gigantesca ubre donde caen redondos y gratis los picos más estirados, autocalificados de pulcros con un pueblo sin lucro y a orillas del sepulcro. Si el país está en total ruina, ¿por qué los galanes de la política le llevan tantas ganas?
Hablando de todo un poco del pasado reciente ¿quién o quiénes de ustedes se robaron los siete mil millones de lempiras del Seguro Social?, ¿quién o quiénes de ustedes se peinaron los mil doscientos millones de lempiras por “comprar hospitales móviles”? Los que están presos por los grandes delincuentes, ¿devolvieron el dinero? ¿O el ladrón soy yo? Déjense de pajas y dígannos la verdad.
PAJA
Los nuevos dueños -buscando rodeos para emplear adeptos- lograron sacar, a lomos del “Congreso del pueblo”, mil millones de dólares de las reservas (ahorros) del Banco Central de Honduras (BCH), alegando que con la bicoca saldarán nutridas deudas. Nos asalta la duda si empeñar al pueblo es sinónimo de “salvarlo”, aparte de otro fajo de hipotecas que, igual, las costeará el soberano en medio de tanto pajazo.
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Si bien mil millones de dólares -casi veinticinco mil millones de lempiras- no están a la vuelta de la esquina, ¿quién o de qué forma repondrán semejante cantidad de dinero?, ¿sacarán el pisto con más devaluación?, o ¿impondrán más tributos disfrazados engañando y empeñando a punta de soberanos pajazos? Sacar ahorros y prestar dinero sin tener apoyos para reponerlo o pagarlo es la vía más fácil de mediocres o de meros vivos que jamás se sacrifican ni abdican a sus plétoras, entre jugosos sueldos, carros pompa, guardaespaldas, dietas y viáticos.
VACAS
Tantos millones para seguir viendo hospitales sin medicinas, con personal médico sin salarios, haciendo milagros en lúgubres recovecos testigos mudos de muertos inocentes que oxigenan políticos basuras amantes de la usura. Millones y las escuelas cayéndose, con niños famélicos, sin agua ni energía eléctrica, con maestros electrocutados ganando y abogando por sueldos dignos con indignos que tasaron su indignación.
No hay para pagar enfermeras ni comprar pinches jeringas y, al rayo, mi hermana me aprobó casi treinta y tres millones de lempiras para inyectarle zacate a un campo sin vacas lecheras ni sembradíos de frijoles ni de maíz que nutran y sacien las penurias primarias pues vale más que los diputados y funcionarios empleen -hablando de ruina- a familiares y amantes con gordos salarios.
Cambió el color y el credo, los abusos y los absurdos son igual o peores en ciertos casos y entes como en Transporte en cuyos mandos se tarareó eliminar el peaje en manos de Covi y, ahora, Mauricio Ramos -otro amo de la prensa- confirmó que el grosero, pero colosal cobro seguirá porque “hay deudas” y las carreteras están, como el país, hechas pedazos. ¿Dónde para el dinero?, ¿me lo robo yo?
Son soberanos pajazos por doquier. Bien dijo Mark Twain: “Es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados”.