Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: Consultar: ¿Qué? ¿Para qué?

Que valga un plebiscito para que ningún familiar aspire ni a conserje. Por décadas los usan para montar corrupción a todo nivel
18.09.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En la voz de un acaudalado hombre de negocios sonaron las trompetas por un plebiscito para consultarle al soberano, lo que, a su juicio, son males eternos que lo tienen hundido y agónico, entre corrupción (sin poderosos presos), desempleo, criminalidad y alto costo de la vida. Eso planteó “Chano” Rivera, quien de la nada, al modo de todos, se ofreció para “salvar” al pueblo.

No reñimos ni en sueños la oferta de Rivera quien se “vende” como un hondureño más y no político, excusándolo de que no ha gozado dietas públicas ni compartido festines de la política. Bien dijo el filósofo griego Aristóteles: “El hombre es un animal político”. “Chano”, de pronto, no es tan notorio como su hermano el notario “Toño” Rivera. Sin embargo, es una pieza del abolengo, de altos quilates.

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RUMIAR

Y como estamos a años luz de sus tobillos y en todo de “Chano” Rivera, así como de la mayoría de políticos, financieros y de ciertos periodistas, los más influyentes y loados del sistema camaleónico, pensamos (es nuestro derecho) que el gentío sí debe gruñir como lo traza la Constitución, por lo menos cada cuatro años sobre el actuar de sus gobiernos y sus actores.

El problema no es la corrupción ni la impunidad, sino quiénes apadrinan estos malditos vicios de antaño. Son esos (as) estirados que arriban rotos y, en un santiamén, brotan de traje y encaje, ricachos, altivos, fatuos, exigiendo códigos penales que no toquen ni penen sus peculios malhabidos ni su chorro de picardías. La corrupción genera inflación, devaluación, especulación, extrema pobreza y mil plagas más.

La pudrición estatal tiene profusos ramales, desde crear crisis a plantear sus “salidas” al asomo de nuevos reyes que imponen reglas para romper el fisco. Podría ser que la carta magna urja de cambios diversos, pero ¿con los mismos pícaros y sus vicios que enyugan a su tan aclamado soberano? “Chano” dijo: “Me encontré una mina de oro en una ley que se llama la ley del plebiscito, ese es el poder del pueblo”.

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TUFOS

Para Rivera, en indagar está la “solución”, ideamos, de todos los calvarios nacionales. Atrás quedó “Mel” Zelaya, claro, en su fallido intento por explorar también a la plebe y montar una constituyente para reelegir presidentes, justificando el hilo de ciclos de enclenques, corruptos y añejos diputados y alcaldes. Su capricho costó millones, saqueos al banco oficial, odios y piques que no cesan desde su caída en 2009.

JOH, sin mucho molote, con otro chorro de pisto del fisco, a su modo, con la venia local y gringa, aplastó todo, sin urgir de consultas. Quitó y puso jueces para eternizar, igual, al placer de quienes acabaron doblándolo bajo cargos de narcotráfico y lavado de dinero, mientras la corrupción, el nepotismo, la pobreza, la inflación y el abuso son culpa de los mismos que se juran redentores y creadores clavados en cimas, encima de los pobres.Inquirir al electorado no es sinónimo de ceder antojos de los mismos que hablan de “cambios” o de “avanzar” metidos en caminos de perdición.

Los gustos de los patrones tienen una alta factura para los de abajo. Después de “Mel”, Roberto Micheletti, Porfirio Lobo Sosa, JOH y Xiomara Castro, el infierno es innegable. Sopapo tras sopapo y nadie aprende lecciones por elevar humanos mortales.

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SOMBRAS

De “Mel” se dijo que atrás de su codicia estuvo Hugo Rafael Chávez Frías, quien en su locura salivó y en su martirio besó el crucifijo. Y como aquí “el especulador soy yo”, nada mal sería preguntar a “Chano” quién o quiénes están atrás de su “Ya no aguanto”, viviendo como rey. El “urge ‘Mel’”, de 2005 fue bajo su sello, según confesó al colega Armando Villanueva en su foro matutino de CHTV.

Corrupción e impunidad, como señala Rivera, no solo es, a nuestro olfato, robar o atracar el Estado inflando compra de medicinas, ganando sueldos groseros y metiendo queridas a la burocracia, entre hilo de pillerías. Corrupción es gritar o callar en los puentes del tráfico de influencias tirando el anzuelo en río revuelto. Harta el manoseo de la verdad contada a medias en los medios que promedian la mentira.

Hastía sinfín de trastadas y malos pasos de un combo de actores cínicos y olorosos que urgen al pueblo a exigir cambios. ¡Macanudo! Cambios con los mismos de hace cuarenta años. Será un plebiscito de ladrón contra ladrón. Pulida y real “democracia”, ¡camaradas de zanja!

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