TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La primera comparecencia pública de Pablo Zelaya Sierra en la escena artística española ocurrió el 23 de abril de 1922, en Madrid, cuando expuso en uno de los salones del Ateneo de los Estudiantes Hispanoamericanos al lado de los pintores argentinos Cleto Ciocchini y Ernesto Riccio, y del guatemalteco Humberto Garavito.
Los antecedentes
Hacia 1922 Pablo comenzaba a establecerse en Madrid, ciudad que satisfacía plenamente sus necesidades artísticas.
Ojojonense de nacimiento, tras una estancia en Costa Rica decide marcharse a España en 1920 con la intención de realizar estudios de pintura en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando.
Su ingreso, ya lo sabemos, tuvo que esperar debido a que la beca le fue suprimida.
En Madrid fue recibido, a solicitud de Rafael Heliodoro Valle, por Alfonso Reyes, quien se desempeñaba como diplomático de su país y además actuaba como enlace entre los intelectuales hispanoamericanos y sus pares peninsulares.
Por intermedio del mexicano, Pablo conoce a Daniel Vázquez Díaz, pintor que había retornado a Madrid con la misión de capitanear el movimiento de regeneración del arte español.
El arte hondureño le debe mucho a Vásquez Díaz. Su influencia en Pablo fue decisiva para que este recurriera a las formas geométricas simples para sus composiciones y se acercara a las nuevas vertientes de la pintura europea.
También le abrió nuevos espacios para su vida y formación, le ayudó a conocer gente y a encontrar el impulso necesario para enfrentarse al público madrileño.
1922: el año de la irrupción
La primera exposición con la que Pablo inicia su andadura en la escena artística española fue la del Ateneo de Estudiantes Hispanoamericanos de 1922.
Además de Ciocchini, Riccio y Garavito, completaban la nómina los españoles Concepción Montilla y Luisa Botet, además de Pedro Antonio y Roberto Holder, entre otros.
Pablo expuso un Paisaje de Toledo y otro de La Moncloa, y dos naturalezas muertas.
La colectiva no tuvo la atención esperada debido a que en ese momento el interés ya giraba alrededor de la Exposición Nacional de Bellas Artes a inaugurarse en el Palacio de Exposiciones del Retiro en mayo.
Nuestro pintor acudió a la Nacional con dos naturalezas muertas. En ellas apreciamos un cambio de cualidad en su forma de entender la pintura.
Ya no se dedica a reproducir, sino a representar los objetos; no busca el parecido, la copia o la imitación, busca la equivalencia o la traducción a través de la percepción.
También estuvo en el Tercer Salón de Otoño de Madrid. En esta edición conviene decir que los únicos que merecieron el elogio de la crítica independiente por sus gestos de avanzada fueron Pablo Zelaya y Benjamín Palencia.
Pablo expuso dos paisajes en donde se advierten los primeros pasos hacia la concreción de lo que será su estilo definitivo de contención formal.
En el primero, titulado “Paisaje de Madrid”, el dibujo rige el sentido de la composición y el color está al servicio de la forma.
En el segundo, se empeña en recuperar las armonías de la paleta impresionista reelaborada por Cézanne, emplea tonos vivos y mantiene una gama de valores bastante limitada.
Carece de cualquier justificación el seguir repitiendo que la primera comparecencia pública de Pablo ocurrió en la Exposición Nacional de París, en 1922, según afirman Evaristo López y Longino Becerra.
Es falso. No existe fuente alguna que lo respalde. De lo que sí tenemos evidencia es de su presencia en el Ateneo de Estudiantes y de su participación en la Nacional y en el Salón de Otoño de Madrid.
Pese a todo, en algo vamos a coincidir: 1922 es, en efecto, el año de su irrupción en la escena artística española.
El autor
Allan Núñez, escritor, conferenciante y crítico de arte. Nació en Tegucigalpa. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Es egresado de la carrera de Letras y Lenguas por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.
Ha escrito y publicado diversos artículos sobre arte moderno y contemporáneo en medios impresos locales y extranjeros.
Asimismo, se ha desempeñado como museógrafo y curador de proyectos expositivos.