TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Porque Honduras no es sinónimo de negativo, en esta edición de Siempre, de las pocas que restan antes de dar la bienvenida al 2020, el artículo principal es dedicado a recordar y resaltar aquellos acontecimientos artísticos y culturales que han marcado un antecedente en la historia del país durante los últimos doce meses.
Y para enraizar el buen recibimiento que se ofrece a quienes nos visitan para compartir una muestra de talento e intercambio, primero los invitados.
El 2019 no pudo empezar mejor que con el concierto de Plácido Domingo, y de eso son testigo las miles de personas que acudieron a la cita que el tenor español protagonizó en el Palacio de los Deportes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Esta, además de convertirse en su debut en Honduras, sucedió en beneficio del Hospital Escuela.
Abril se vistió de gala cuando el telón del Teatro Nacional Manuel Bonilla (TNMB) se desplegó en acogida a Grandes Estrellas del Ballet Ruso, estelarizado por las principales figuras de las mejores escuelas de ballet del mundo: Bolshoi, Mariinsky y Mikhailovsky, que se unieron en un mismo cuerpo escénico para interpretar las más representativas piezas del género clásico.
Añadido a esto, durante octubre y noviembre desarrolló la Temporada de Artes Escénicas “Bambú, camino a los 30”, como antesala a sus tres décadas sobre el escenario. En ambos eventos se acompañaron de artistas de diferentes países de Latinoamérica.
Del otro lado de la vereda, la Casa del Teatro Memorias recién finalizó la IV Muestra Centroamericana de Teatro “Memorias de Centroamérica”, en la que grupos de la región se sumaron al elenco local por todo un mes de actividad ininterrumpida con llenos absolutos. Meses atrás, el recinto cultural se trasladó a Portugal para participar en el Festival Internacional de Teatro do Alentejo (FITA); la puesta en escena “Pareja abierta” fue escogida para representar a Honduras.
Obras que iban desde el formato mediano tradicional que se acompañaron de otras de grandes dimensiones, todas conectadas a través de la cerámica en distintos tonos de esmalte creados por el mismo autor.
Por otra parte, uno de los espacios culturales más emblemáticos del casco histórico de la capital, que se redujo a cenizas hace poco más de dos años, se convirtió en el escenario artístico del escultor Adonay Navarro, quien presentó su obra “Paisaje voraz” en las ruinas del Museo para el Hombre Hondureño. En ella, además se instaló una videoinstalación sobre el piano que se quemó en el lugar y que perteneció a Carlos Hartling.
En otra histórica exposición, Santos Arzú Quioto y Armando Lara mostraron al público “Simbiosis, interacción lúdica”, un abrazo entre lo figurativo y lo abstracto que mostró la maestría de ambos artistas con el pincel, en un diálogo único donde primó el respeto, que dio paso a un proceso de reflexiones, enseñanzas, lecturas, conceptualizaciones y empatía. Las 11 obras de gran formato siguen instaladas en La Catedral de Casa Quinchon.
Y aunque aún no sucede, hay una exhibición que desde ya promete: “Pletóricos”, que reunirá a los ganadores del Premio Único de las bienales de Pintura y de Escultura y Cerámica del Instituto Hondureño de Cultura Interamericana (IHCI), para cerrar la conmemoración de su 80 aniversario de fundación. La cita es este 10 de diciembre a las 7:00 PM en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).
La edición fue dedicada a la escritora Helen Umaña y rindió un homenaje al pintor Armando Lara, ambos un orgullo de Honduras.
Y para enraizar el buen recibimiento que se ofrece a quienes nos visitan para compartir una muestra de talento e intercambio, primero los invitados.
El 2019 no pudo empezar mejor que con el concierto de Plácido Domingo, y de eso son testigo las miles de personas que acudieron a la cita que el tenor español protagonizó en el Palacio de los Deportes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Esta, además de convertirse en su debut en Honduras, sucedió en beneficio del Hospital Escuela.
Abril se vistió de gala cuando el telón del Teatro Nacional Manuel Bonilla (TNMB) se desplegó en acogida a Grandes Estrellas del Ballet Ruso, estelarizado por las principales figuras de las mejores escuelas de ballet del mundo: Bolshoi, Mariinsky y Mikhailovsky, que se unieron en un mismo cuerpo escénico para interpretar las más representativas piezas del género clásico.
Teatro de la casa
El espectáculo se trasladó a las tablas a través de las casas teatrales con mayor actividad en Tegucigalpa. En marzo, Grupo Teatral Bambú (GTB) arribó a su 29 aniversario de fundación, que celebró con el Festival Internacional de las Artes Escénicas Bambú 2019.Añadido a esto, durante octubre y noviembre desarrolló la Temporada de Artes Escénicas “Bambú, camino a los 30”, como antesala a sus tres décadas sobre el escenario. En ambos eventos se acompañaron de artistas de diferentes países de Latinoamérica.
Del otro lado de la vereda, la Casa del Teatro Memorias recién finalizó la IV Muestra Centroamericana de Teatro “Memorias de Centroamérica”, en la que grupos de la región se sumaron al elenco local por todo un mes de actividad ininterrumpida con llenos absolutos. Meses atrás, el recinto cultural se trasladó a Portugal para participar en el Festival Internacional de Teatro do Alentejo (FITA); la puesta en escena “Pareja abierta” fue escogida para representar a Honduras.
Vea: La casa es una historia de amor
La rama plástica
Las exposiciones siempre son un punto atractivo dentro de todo catálogo, pero este año hubo más de una que se robó la atención de la comunidad artístico-cultural del país. Tomando como inspiración la naturaleza y el carácter de la cultura maya, Rafael Cáceres presentó en el Museo para la Identidad Nacional (MIN) una muestra de casi 30 piezas en terracota bajo el título de “Los excéntricos”.Obras que iban desde el formato mediano tradicional que se acompañaron de otras de grandes dimensiones, todas conectadas a través de la cerámica en distintos tonos de esmalte creados por el mismo autor.
Por otra parte, uno de los espacios culturales más emblemáticos del casco histórico de la capital, que se redujo a cenizas hace poco más de dos años, se convirtió en el escenario artístico del escultor Adonay Navarro, quien presentó su obra “Paisaje voraz” en las ruinas del Museo para el Hombre Hondureño. En ella, además se instaló una videoinstalación sobre el piano que se quemó en el lugar y que perteneció a Carlos Hartling.
En otra histórica exposición, Santos Arzú Quioto y Armando Lara mostraron al público “Simbiosis, interacción lúdica”, un abrazo entre lo figurativo y lo abstracto que mostró la maestría de ambos artistas con el pincel, en un diálogo único donde primó el respeto, que dio paso a un proceso de reflexiones, enseñanzas, lecturas, conceptualizaciones y empatía. Las 11 obras de gran formato siguen instaladas en La Catedral de Casa Quinchon.
Y aunque aún no sucede, hay una exhibición que desde ya promete: “Pletóricos”, que reunirá a los ganadores del Premio Único de las bienales de Pintura y de Escultura y Cerámica del Instituto Hondureño de Cultura Interamericana (IHCI), para cerrar la conmemoración de su 80 aniversario de fundación. La cita es este 10 de diciembre a las 7:00 PM en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).
Un universo de letras
La literatura no podía quedar al margen del conteo, más aún cuando de su lado más íntimo se trata. El tercer Festival Internacional de Poesía Los Confines (FIPLC), que tuvo lugar a mediados de año en las ciudades de Gracias, Copán Ruinas, Santa Rosa de Copán, Siguatepeque y Tegucigalpa, fue el evento cultural más relevante de este 2019 gracias la participación de poetas y artistas de más de veinticinco países, quienes ofrecieron una agenda cultural abierta a todo público, totalmente gratuita.La edición fue dedicada a la escritora Helen Umaña y rindió un homenaje al pintor Armando Lara, ambos un orgullo de Honduras.