GRACIAS, LEMPIRA.- En Gracias, Lempira, llegó a su fin el ir y venir de poetas.
Hasta el próximo año ya no se escuchará en salones, calles y pasillos el galés, el maltés, el griego, el inglés, el ruso, el árabe y el francés.
O quizá sí, pero ya no desde la voz de los poetas, esos que le dieron vida, junto con los hondureños, centroamericanos y sudamericanos, a una edición del Festival Internacional de Poesía Los Confines que se sintió mucho más cercana a ese género literario que fue el que le dio vida a este proyecto que en 2024 arribó a sus ocho años.
El día de cierre fue propicio para volver a escuchar la poesía de Robert Pinsky, ese poeta jovial que no lee su poesía, sino que la canta, y que se hace sentir cercano y querido.
También fue el momento para conocer la obra del español Jaume Segura Socías, “Evagrio (y yo)”, volver a conmoverse con la poesía de Leonel Alvarado reunida en “En un lugar donde caerme vivo”, y recordar, una vez más, que la poesía es el lenguaje del alma, que conecta hasta las últimas fibras y hace que la obra de Alvarado sea la voz de quienes no pueden expresar con palabras lo que han sentido ante la grandeza de las raíces, la pérdida, la soledad, la sangre y el amor.
El Premio Nacional de Poesía Los Confines
La culminación del Festival de Los Confines también es el momento elegido, año con año, para revelar al ganador o la ganadora del Premio Nacional de Poesía Los Confines, que este 2024 es para la joven escritora Eleonora Castillo.
El anuncio se dio antes del concierto de la Orquesta de Cámara de la Filarmónica de Honduras, dirigida por el maestro Jorge Mejía.
Salvador Madrid hizo pasar al frente al jurado del certamen que este año estuvo integrado por los poetas hondureños Mayra Oyuela y Leonel Alvarado, y el poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez.
La decisión de otorgarle el premio a Castillo fue por “unanimidad”, y el jurado destacó que reconoció la obra “Los excesos de mi búsqueda” por encontrar en ella “un nivel de expresividad que conjuga la referencia literaria y cultural nacional con la universal, la singularidad formal que resulta de la alternancia entre prosa y verso que cruza las fronteras entre los géneros; la riqueza de un lenguaje que se mueve con fluidez entre lo abstracto y lo concreto”.
Rodríguez Núñez además destacó sobre la obra de Castillo que “es un libro excepcional. Yo creo que va a ser un libro trascendente en la poesía hondureña”.
La noticia se le iba a dar en ese mismo momento que fue abierta la plica para conocer la identidad de la autora ganadora. No obstante, Castillo no respondió la llamada, y fue el poeta Leonel Alvarado el encargado de mandarle un mensaje de voz, acompañado por los aplausos del público que celebró el logro de la poeta.
Castillo no es un nombre desconocido de la poesía hondureña, ha publicado los libros “Carroña”, “Yo, eterna” y “Flor sonámbula”.
Nacida en 1996, es una de las voces jóvenes de nuestra literatura que se abre camino en la poesía.
Y aunque ganó la VIII edición del premio, había sido finalista en el IV y VII certamen. La premiación y presentación del libro de Castillo tendrá lugar en la IX edición del Festival de Los Confines, en 2025.
Al conocerse la noticia sobre su triunfo, poetas celebraron en redes sociales el reconocimiento a su obra.
Cierre musical
Luego, la Orquesta de Cámara de la Filarmónica de Honduras ofreció un concierto de música europea, con composiciones inspiradas en la primavera.
Y la noche finalmente culminó con presentaciones en restaurantes de la ciudad, como la de Híbriduz Jazz, que hizo un recorrido por la historia del jazz, y más tarde se escuchó a Bárbara Lavaire en escena.