GRACIAS, LEMPIRA.- Dondequiera que se lea o escuche, en el idioma que haya sido escrita o traducida, la poesía es la visión sensible de la vida.
La musicalidad de la poesía no conoce de barreras idiomáticas, pero cuando se entiende, cuando la palabra dicha o leída ha sido comprendida, se ha roto cualquier barrera que pareciera erguirse para impedir su mensaje.
En el tercer día del Festival Internacional de Poesía Los Confines el mensaje llegó, desde Malta, Grecia, Gales o Inglaterra, y entendimos que por muy diferentes que sean las culturas el ser humano siempre estará conectado en sus sentires y vivencias.
La sede de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) convocó al público a una lectura de poesía con los poetas europeos Adrian Grima (Malta), Zoë Skoulding (Gales), Christos Koukis (Grecia) y James Byrne (Inglaterra).
Los poetas leyeron su poesía en sus respectivos idiomas, y la traductora estadounidense Katherine M. Hedeen y el poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez fueron los encargados de hacer las lecturas en español.
Tres poemas, cuatro autores
Cada poeta leyó tres poemas, los cuales están incluidos en los libros que publicó el Festival Internacional de Poesía Los Confines para esta edición.
Zoë Skoulding inició la lectura. La poeta y crítica literaria galesa ha sido traducida a 30 idiomas, y su último poemario, que además es el sexto, ha sido multipremiado.
En Los Confines leyó pero también compartió las motivaciones de su obra, como el poema que escribió antes del Brexit y que aborda las relaciones entre los países y espacios, o el ejercicio de escritura que inició con caminatas por Gales con el mapa de otra ciudad de Europa para luego sentarse a escribir.
Astrolare
Caminaba por el jardín
bajo planetas y farolas
entre farola y
flor colgada
entre elementos
entre las calles que convergen
una rosa no sabe que es una rosa
la ciudad no sabe que es una rosa
la ciudad se abrió
me desdoblé
a través de líneas simétricas
lo oculto
asterión
flor estrella
perforó lo oscuro
vida de su entramado de raíces
extendidas sobre el cielo
mientras los satélites florecían
alrededor del mundo.
El poeta, traductor y académico inglés James Byrne leyó tres poemas, inició con uno que escribió cuando entró en vigencia el Brexit, y finalizó con un poema de amor.
Para Byrne, la poesía es como la música sin instrumento, porque el instrumento del poeta es la voz.
Ya es hora
Con una mueca entonces, irse sin
inhalar el sol. Pero cumplí mi condena,
tragué las llaves del carcerlero en la boca.
Ahora se levanta el signo del fuego, son solo los viejos
que gritan entre las llamas. No soy como ellos.
Cuando cierro los ojos se abren en ti,
tan brillante como la Puerta del Sol. Campanadas.
Las diez de la mañana. Silencio. Silencio.
La lectura continuó con el poeta griego que se perdió durante tres horas en el centro de San Pedro Sula, buscando unos libros que olvidó y que nunca encontró.
Christos Koukis ha sido uno de los descubrimientos del Festival de Los Confines, y no porque venga iniciando su trayectoria (ya ha publicado siete libros), sino porque si no fuera por espacios como este sería aún más complicado llegar a la poesía griega.
Su poesía social nos indica lo que se mencionaba al principio, las experiencias del ser humano se repiten como ciclos interminables, no importa si se está en Honduras o Grecia. Sucedió así con la poesía de Christos, que se sintió tan cercana como si la hubiera escrito en Honduras.
Ventajas de afrontar la escasez de agua
”¿Dónde aprendiste a nadar?”
mi sobrina me estuvo preguntando toda la tarde
“¿En qué mares?”, insistió
Fingí que no podía recordar le hice creer que fue hace años
¿Qué iba a decir?
¿Qué hacía poco había aprendido a nadar
en los pequeños estanques de tu nuca
que se forman cuando te beso?
Si lo dijera
ni un niño creería
esa verdad
La poesía de Malta se acercó a Honduras desde la obra de Adrian Grima. El autor ha publicado su obra en Argelia, Egipto, Alemania, India, Irlanda e Italia... y ahora en Honduras.
El poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez celebró el hecho de tener a Grima en Honduras y ser leído en español. “Sin traducción no hay cultura, no estaríamos en este evento sin traducción”, dijo Rodríguez.
Grima retomó lo que habían mencionado sus colegas, las relaciones entre países, y lo recordó con su poema Roazemarynbled, donde hizo referencia a la relación entre Malta e Irlanda en la producción de papas. “La papa sin romero/ es como las horas sin compañía./ Así le dijo,/ horas sin compañía./ Se sonrojó, sin saber por qué,/ quiso asar las horas,/ dejarlas crujientes,/ o ponerlas a fuego lento,/ saltearlas”.
Con su poema “El legado del padre”, Grima deja registro del ataque que sufrió su casa, el poeta había publicado un libro de poemas sobre la migración, y a causa de eso su residencia sufrió la violencia de la intolerancia... “eso también es Europa”, dijo.