Siempre

Horacio Castellanos Moya, un escritor infatigable

El crítico literario Hernán Antonio Bermúdez hace un esbozo sobre el ejercicio literario de Castellanos Moya, a propósito de su visita a Honduras
21.12.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La obra narrativa de Horacio Castellanos Moya es espléndida: su escritura es dueña de una textura propia y distintiva, que la hace del todo perdurable.

Él sabe de sobra que escribir es una disciplina infatigable y dura, de toda la vida. Acude a los habituales recursos de la imaginación y de la reminiscencia, sabedor, por supuesto, de las trampas sutiles que suele tenderle la memoria al poder creativo.

Etchepare: De la rareza, el humor y la crueldad

Horacio Castellanos Moya está siempre abierto a las posibilidades inagotables que proporciona la narrativa, a los matices de la escritura en función de los escenarios de la trama y del carácter de los personajes.

Esa libertad imaginativa que le es propia no exime a su ficción de la pertinencia con los tiempos que le ha tocado vivir, de la posibilidad de explorar los espacios de identidad, de la permeabilidad de los bordes geográficos, y de la inevitable migración (hoy más presente que nunca).

A través de las historias que hilvana magistralmente en sus libros consigue atrapar la totalidad de una época y, así, emergen interrogantes e indagaciones acerca del sentido de pertenencia y del desplazamiento (no en vano “La diáspora” fue el título de su primera novela en 1989).

Pero si bien en su territorio narrativo están presentes, como no podía ser de otra manera, el terror y la violencia, y alude a los rincones oscuros de la mente humana, al mismo tiempo es capaz de desplegar con destreza el humor sardónico y la ironía, que traen consigo páginas y episodios de consumada gracia mundana.

Todos estos atributos del cuerpo vivo de la obra de Horacio Castellanos Moya salieron a relucir en el conversatorio que se llevó a cabo en el Centro de Arte y Cultura (CAC) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) el 21 de noviembre del 2023, en ocasión de su visita a Tegucigalpa, junto al ensayista y narrador sampedrano Mario Gallardo, quien, con su rigor habitual, supo entablar un diálogo fecundo y vibrante con este gran escritor honduro-salvadoreño, dotado no solo de genio literario sino también de enorme sagacidad crítica.