TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Nelia Idelina Chavarría (Tegucigalpa, 1945), que fue durante más de cuatro décadas directora de la Escuela Nacional de Música (ENM), ha fallecido a los 77 años.
Fue su familia —sin ahondar en las causas— quien la noche del sábado hizo público su deceso. Célebre por su justificada personalidad artística, fruto de una técnica depuradísima, Chavarría deja a Honduras un legado inconmensurable.
“Ella hizo que la Escuela Nacional de Música pasara de ser una institución en un pequeño local alquilado a ser el centro de la música en Honduras. Bajo su gestión (1978-2021) se construyó el actual edificio y se crearon los planes de estudio. En términos generales, su legado es grande, es una madre para la música de este país”, dijo Luis Daniel Valeriano, actual director de la Escuela Nacional de Música.
“Fue una pianista destacada, así como un pilar fundamental de la música nacional. Sentimos un agradecimiento enorme (gremio musical y cuerpo docente) hacia a ella y lo que construyó”, agregó.
Tras el anuncio, desde todas las instituciones llovieron las condolencias. La Secretaría de Estado en el Despacho de Educación lamentó el fallecimiento al tiempo que reconoció la “inestimable y prestigiosa gestión institucional en favor de la cultura y la promoción de las artes musicales”.
En redes sociales, la Orquesta Sinfónica de Tegucigalpa afirmaba que Chavarría: “Nos impulsó a soñar, a crecer y sentir que la música en Honduras tiene valor y que debemos luchar por ella”.
Sus restos mortales fueron velados ayer domingo 4 de septiembre en la Funeraria La Auxiliadora en el bulevar Suyapa. Hoy lunes 5 de septiembre su cuerpo será honrado en la Escuela Nacional de Música, de 8:00 a 10:00 AM. Seguido, se celebrará una misa por su eterno descanso en la Basílica de Suyapa para posteriormente dar lugar al sepelio en Jardines de Paz Suyapa.
Un pilar de la música
Chavarría fue una gran artista en solitario. Su primer encuentro con el piano lo tuvo a los dos años de edad. A los ocho, por decisión de sus padres, Héctor Chavarría y Manuela Rovelo, recibiría sus primeras inducciones.
Tras finalizar sus estudios iniciales pasó al Instituto Tegucigalpa para luego convertirse en pasante en la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Pero su inclinación artística era irrefutable: el gobierno de Honduras le otorgó una beca de especialización en Europa. Fue admitida en la Escuela Margarita Long de París, Francia. Ahí tomó clases de interpretación y una especialización de música francesa.
A su regreso a Honduras fue nombrada, en 1975, por el Ministerio de Educación, como docente en la ENM, donde por tres años pulió sus dotes en la enseñanza. Su consagración, intensa dedicación y perseverancia la llevaron a ocupar, en 1978, el cargo de directora, que ostentó hasta 2021.
En su música, preciosamente armonizada y levemente digresiva, dueña de una fineza melódica elogiada, se propuso reforzar la educación en el país. Esa incansable labor didáctica la llevó incluso a crear innumerables proyectos musicales orientados a infantes, jóvenes y adultos.