Siempre

Nuestro idioma: recursos que nos ayudan a hablar y escribir mejor en español

Aprovechar las herramientas tecnológicas es una gran oportunidad. Asimismo, hábitos como leer con recurrencia y conversar de manera intencionada son indispensables
19.04.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Lejos de creer que más o menos palabras determinan la calidad de cualquier proceso comunicativo, el uso respetuoso y apropiado de nuestro idioma condiciona aún más la verdadera intención y efecto del mensaje.

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En la antesala del Día del Idioma Español, que se conmemora cada 23 de abril, enfatizar en cómo hablar y escribir mejor retoma un lugar sobre la mesa. Hilcia Hernández, docente universitaria y máster en Lexicografía Hispánica, explica el valor en la selección y el entorno.

“El ser humano es, por naturaleza, comunicativo. No obstante, el desafío de cada persona es vincularse con el otro a través de un lenguaje claro. Eso demandará de cada uno ciertas habilidades que pueden pulirse cada día a través del conocimiento mismo del lenguaje, no solo manejándolo a su antojo, sino convirtiéndolo en el principal vehículo de sus ideas y pensamientos”, introduce la experta.

Hernández agrega que gracias a la revolución tecnológica, el panorama se torna mucho más alentador debido a que las nuevas tecnologías de la información son tan atractivas que, de alguna manera, las personas leen más y permean su mundo con imaginarios que antes hubiese sido imposible visualizar. Ahí es cuando deben entrar en acción los medios de comunicación, no solo para informar sino formar a las generaciones digitales, que buscan ansiosamente satisfacer la necesidad de conectarse con su mundo y todo cuanto les rodea.

“Es recomendable, entonces, aprovechar todos los recursos tecnológicos para educarnos sobre la comunicación efectiva, pero especialmente aprender a escuchar, que mucho nos está costando en esta época hipermoderna y tecnológica. Un recurso imprescindible es el diccionario digital, una herramienta extraordinaria para ampliar el léxico y mejorar la escritura; por otro lado, las enciclopedias digitales dedicadas al uso del español y la variedad de redes sociales que nos regalan contenido acerca de la ortografía, incluso de aspectos fonéticos y sintácticos”, detalla la lingüista.

El lenguaje es el principal vehículo que le permite conducir sus ideas y pensamientos.

Barreras

Ante la idea de escribir como se habla y hablar como se escribe, la especialista refiere que en nuestra sociedad actual no sería extraño encontrar este particular fenómeno comunicativo.

“Lo curioso es que a pesar de vivir en una época en la que incluso se espera que el analfabetismo haya sido erradicado, las personas se preocupan menos por aprender a escribir correctamente. Este es un asunto de consciencia, un querer hacer que nos ayude a conservar el español y a difundirlo a las futuras generaciones de manera clara y contundente”, subraya.

Los errores, como en todo, están a la orden del día. Pero esto no quiere decir que hacer un esfuerzo voluntario por evitarlos, al menos de manera recurrente o intencional, se vuelva una utopía. Tanto en el lenguaje hablado como escrito, la posibilidad de retribuirle dignamente a nuestro idioma por permitirnos comunicarnos entre masas, existe. La experta nos ayuda a comprender.

En el lenguaje hablado, comenta, se observa cada vez más el uso de las muletillas, además de redundancias y una pronunciación deficiente que conlleva problemas de ambigüedad y, por lo tanto, malos entendidos. “Si bien es cierto, las comunidades de hablas se caracterizan por ciertos rasgos lingüísticos, no debemos olvidar que un español estándar es digno de acogerse, especialmente si deseamos comunicarnos en la aldea global, en la que interactúa una variedad de hablantes con una visión de mundo particular”, esclarece.

Mientras, en el lenguaje escrito sobresale el carente uso de los signos de puntuación, tan importantes en la construcción de ideas claras y legibles. “Estos no solo proveen coherencia y orden oracional, también le dan ritmo y sentido (progresión temática, fluidez en el texto y estilo) a la escritura. Si bien es cierto, la escritura no reproduce totalmente la tonalidad o expresividad del lenguaje verbal, facilita la comprensión lectora y a su vez nos permite aprender e interpretar nuevos conocimientos”, explica.

Los hábitos que estimulan la adopción de la lectura dentro del estilo de vida son una recomendación abierta.

¿Lectura insustituible?

La lingüista menciona que algunas personas piensan que la lectura es un hábito que solo poseen los académicos. No obstante, asiente en que leer es también una elección y emana del buen ejemplo.

“Si nuestros hijos no leen, no es culpa de la escuela, sino nuestra; por lo tanto, no les pidamos algo que nosotros no hacemos. Inspiremos a nuestras generaciones a sobrevivir en un mundo donde todo, según ellos, debe adquirirse fácil y rápido. Y lo interesante de la lectura es que, una vez que te habitúas a ella, no la puedes soltar”, asegura.

Asimismo, la experta identifica otras prácticas diarias, accesibles y funcionales que nos permiten hacer un mejor uso del español; entre ellas, conversar de manera intencionada.

“Curiosamente a la gente le fascina hablar de temas del lenguaje, lo descubrí cuando llevé a cabo por primera vez el estudio sobre las actitudes lingüísticas en Honduras... una encuesta que duraba alrededor de 45 minutos, -con lo que cuesta capturar la atención del entrevistado-, demostró que a la sociedad le cautiva hablar sobre metalenguaje, aunque a veces con una visión un tanto distorsionada de la realidad lingüística de los pueblos, en los que sobresalen temas como la corrección lingüística y la pronunciación”, apuntó.

Finalmente, la práctica de intercambiar lecturas debe mantenerse, así como el ánimo de interactuar con contenido de valor. “Si dispone de una red social, agregue páginas relacionadas con la ortografía o por lo menos suscríbase a páginas donde haya grupos en los que pueda intercambiar literatura y realizar debates sobre temas actuales del español. Asista a congresos de la lengua española, pues actualmente, la virtualidad nos permite viajar fuera del país y conocer lo que otros hispanohablantes están haciendo para difundir el español y cultura de sus países”, concluye la entrevistada.

“Hace falta fomentar más la conservación y el uso acertado del idioma, no solo en el mes de abril cuando festejamos el Día del Idioma y celebramos las quijotadas de Cervantes”, Hilcia Hernández, licenciada en Letras con orientación en Lingüística. Máster en Lexicografía Hispánica.