Siempre

¿Por qué no debe de eliminarse las asignaturas de Filosofía e Historia de nuestros colegios?

La reforma que quiere implementar el gobierno de Xiomara Castro en el pensum curricular del Bachillerato atenta contra el derecho a la cultura filosófica e histórica de los jóvenes hondureños, y disminuye su capacidad de mediación teórica con el mundo
23.02.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Recientemente se ha anunciado a través de distintos medios de comunicación la intención del Ministerio de Educación del gobierno de Xiomara Castro de suprimir del pensum curricular del Bachillerato las asignaturas de Filosofía e Historia.

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Paradójicamente, el actual gobierno, lejos de propiciar una reforma profunda que favorezca a una transformación radical del sistema educativo hondureño, ha iniciado un voraz desmantelamiento del pensamiento crítico, histórico y humanístico.

Las razones de la reforma no están del todo claras, pero lo cierto es que esta iniciativa atenta contra el derecho a la cultura filosófica e histórica de los jóvenes hondureños y, por supuesto, disminuye su capacidad de mediación teórica con el mundo.

La filosofía empezó a ser cultivada en la Antigua Grecia y surgió como uno de los modos espirituales que permitió a la humanidad conocer las respuestas a las grandes interrogantes, para ese entonces, formuladas por los pensadores de Mileto.

Fue en ese momento que la humanidad desde un tipo de pensar meditativo y profundo, pudo conocer los principios de lo ente.

Arjé fue el nombre que los primeros filósofos designaron para aquello que era esencial y constitutivo de lo existente.

Desde sus comienzos, la filosofía ha intentado pensar el mundo o la physis y, por supuesto, la propia naturaleza del hombre.

En su extenso recorrido ha permitido que la humanidad encuentre respuestas a las preguntas conductoras y fundamentales.

Pero los aportes de la filosofía no se reducen a lo metafísico, epistémico o gnoseológico, sino también a los aspectos prácticos de la vida.

Desde la ética, la filosofía ha logrado establecer principios y códigos deontológicos para regir la vida desde un sentido de responsabilidad y compromiso con los otros, asimismo, nos ha enseñado a ejercer nuestra libertad bajo el reconocimiento de la alteridad.

La filosofía, por medio de la estética, nos ha permitido desarrollar nuestra sensibilidad y facultades mentales y, desde la filosofía política, los pensadores llamados filósofos han intentado crear o generar el estado ideal.

Desde este campo, la filosofía ha inculcado la necesidad de luchar contra la opresión, los totalitarismos y pensar un mundo donde el poder resida en el pueblo y que la población disfrute plenamente de los bienes generados socialmente.

En fin, la filosofía desde su actitud problematizadora y crítica ha logrado permear diversas dimensiones de la vida humano-social y, por consiguiente, cómo puede ser posible que un gobierno que se autodenomina democrático intente arrancarla de la existencia de nuestros jóvenes únicamente para cumplir con un modelo pedagógico que responde a las necesidades económicas del poder multinacional.

De igual manera, resulta un enorme atentado contra nuestra memoria, identidad y cultura pretender eliminar el conocimiento histórico, pues la historia nos permite conservar y transmitir lo vivenciado en el pasado, afirmar o configurar nuestras identidades y, por supuesto, conservar nuestro patrimonio cultural y legados ancestrales.

Un gobierno que no protege a sus jóvenes y los deja a merced de las grandes contradicciones de nuestra época, no solo está generando amplios conglomerados de personas que serán incapaces de gozar de una cultura política más acorde a la vida democrática, sino que les condena a vivir su existencia de forma ilusoria y acrítica, y estar a merced de la manipulación mediática y el engaño político.

Esperamos que el gobierno detenga este atentado contra la cultura, pues solo desde un pensar profundo puede alcanzarse el acontecimiento de la verdad.