TOKIO, JAPÓN.- Una de las tantas cosas impresionantes de Tokio, Japón, es su enorme bahía inundada con agua del pacífico, que se vuelve parte de la gran metrópoli. Caminar por las mañanas a la orilla de la bahía y ver cómo los japoneses salen a practicar ejercicio o sacan a pasear a sus mascotas, mientras el sol nace en el horizonte y cubre de color naranja el espejo de agua, es algo inolvidable. En la cuenca de la ensenada hay enormes puentes hasta de tres niveles que permiten la comunicación entre las distintas avenidas de esta impresionante ciudad.
Tokio es quizá la ciudad más importante del imperio japonés, no solo porque es la capital, sino porque concentra el poder político, económico y cultural. Esta rodeada de enormes edificios y cuenta con servicios de transporte eficientes, desde taxis, buses, trenes, tren bala y sobre todo bicicletas. Por las mañanas es normal ver a hombres y mujeres, con sus trajes formales, tal si fueran ejecutivos que van montados en su bicicleta hacia los trabajos.
Como son ciudades completamente seguras y los robos son raros y contados, la gente puede salir temprano e irse caminando hacia la oficina o negocio. Algo es cierto, perderse en esta gran urbe es lo más fácil si una personas es extranjera y no conoce, pero basta hablar un poco de inglés y saber pedir ayuda, aquí la gente es amable y sin pensarlo dos veces se detienen para colaborar.
Esta ciudad seguramente muchos hondureños y personas en el mundo la quieren conocer, pues es cuna de importantes eventos mundiales, ha sido usada para filmar películas y permite estar cerca de la modernidad universal con lo antiguo de la cultura japonesa.
En Tokio como en todo Japón, existe un impresionante respeto por en peatón y todos los ciudadanos respetan las leyes de tránsito. En esta urbe existen lugares emblemáticos que son parte de la cultura e historia nipona, uno de estos sitios que al solo entrar al centro de la ciudad llama la atención es la Torre de Tokio, pintada de colores rojo y blanco, mide 332.6 metros de alto y es 8.6 metros más alta que la torre Eiffel de París, y desde allí se transmiten señales de radio y televisión.
A la par de la torre está el templo Zojoji, de la familia Tokugawa del Shogunato, siendo uno de los sitios más visitados por los turistas gracias al contraste de lo moderno y lo tradicional. Otro de los grandes monumentos es el palacio imperial, localizado en el mero centro de Tokio, aquí vive el emperador y la emperatriz.
Está rodeado de bosque y tiene una área de 115 hectáreas que son muy concurridas por los japoneses y extranjeros. Al llegar a Tokio es imposible dejar de visitar Odaiba, que es una isla artificial, es decir, territorio ganado al mar y cuenta con una estatua de la libertad.
Su historia es impresionante, contó Michiko Murai, una de las guías del programa Juntos 2019 de Japón, que inicia con la llegada del Comodoro Perry de Estados Unidos a Japón en cuatro barcos llamados negros, para presionar al gobierno japonés a que abriera los puertos porque desde 1639 Japón tenía una política de aislamiento diplomático y comercial y solamente tenía comercio con China y Holanda.
Odaiba significa base de cañones porque al principio iban a disparar desde allí si continuaban las presiones, pero luego renunciaron a la idea y firmaron tratados con norteamérica y otros países y abrieron los puertos. Ahora es un lugar con muchos centros comerciales, parques de atracciones, museos de tecnología, de arte digital y la Toyota tienen la exhibición de sus carros de hidrógeno.
Otro sitio que con solo verlo a simple vista encanta, es la estación de Tokio, que fue construida en 1914, pero el tercer piso fue dañado por un bombardeo durante la segunda guerra mundial.
No obstante, las autoridades lo reconstruyeron en forma original en el año 2012. Aquí muchos japoneses toman el autobús y disfrutan de los maravilloso del antiguo edificio. Los japoneses gusta mucho de la naturaleza y sus múltiples colores y esto se puede vivir en jardines como el Hamarikyu, donde se aprecian los cerezos, flores de muchos colores y árboles que se preservan desde hace 300 años.
Tokio es una impresionante ciudad, ejemplo de urbanismo, cuidado del medio ambiente y de desarrollo para el mundo.