TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El 15 de noviembre se registró un hecho peculiar en la cinematografía hondureña: el reestreno en salas comerciales de una película que ya había estado antes en cartelera.
Me refiero a “¿Y los tamales?”, que en 2017 tuvo el infortunio de ser estrenada el 30 de noviembre, cuatro días después de las elecciones generales, en plena crisis política y rematada con un toque de queda que perjudicó severamente sus intenciones de recuperar lo invertido con la taquilla.
Un visionado insólito
El año pasado, en uno de esos días en estado de excepción, asistí a verla a Metrocinemas de Metromall a las 10:00 AM. Al ingresar a la sala, mi sorpresa fue ver que la película ya ratos había empezado, y mi estupor se tornó en molestia cuando a la media hora aparecieron los créditos: la exhibieron una hora antes de lo que decía la cartelera.
Junto con una pareja que conformábamos el público en esa tanda, fuimos a quejarnos por el irrespeto del horario. Resulta que la noche anterior, el gobierno había relajado el toque de queda, por lo que se hicieron cambios de último momento en las tandas para aprovechar las horas adicionales de libre circulación. Al final nos proyectaron de nuevo el filme y los tres reingresamos a la sala a ver la primera hora de metraje que nos hacía falta.
Las películas de Tomás Chi
Tomás Chi debutó con “Abusados”, un largometraje que realizó para Comvida en 2011. Obtuvo sus primeros reconocimientos en el Festival de Cortometrajes de EL HERALDO cuando su corto de ficción “Amores modernos”, sobre las infidelidades de una pareja por medio de las aplicaciones de mensajería, ganó el premio a Mejor historia en la primera edición, en 2012. Al año siguiente quedó en la selección oficial con “El regalo”.
En 2014, en pleno fervor futbolero por la participación de la Selección en el Mundial de Brasil, se estrenó “11 cipotes”, nuestra película referente sobre el fútbol, en la que seguimos a un humilde equipo de cipotes de San Marcos, Santa Bárbara, que llega a San Pedro Sula a participar en un torneo nacional y, contra todos los pronósticos y adversidades, logra campeonizar.
RODAJEEste filme se rodó en El Progreso, la ciudad natal de Tomás Chi. |
Este filme contó en su elenco con talento amateur (los cipotes de los equipos) y actores de amplia trayectoria como Edgar Flores, Anuar Vindel, Álvaro Matute, Jorge Osorto, Jacqueline Salgado, Joel López, entre otros, además de la música de Polache y los cameos de los comentaristas deportivos de Televicentro. Si bien logró una buena taquilla (13,911 boletos vendidos), Chi se excedió con el posicionamiento de las marcas patrocinadoras, parecía una película con anuncios comerciales incluidos.
En 2015 participó en la producción de “Chinche-man”, película de Igor Padilla (QEPD) sobre un héroe del cómic que batalla contra los malos en nuestro terruño.
En 2016 Tomás Chi nos presentó “Fuerzas de honor”, que narra en retrospectiva la génesis y el desarrollo de un operativo militar para desarticular una poderosa banda criminal.
Con Álvaro Matute y Anuar Vindel repitiendo elenco, esta película de acción supuso un avance en el cine de Tomás Chi en cuanto a diseño de producción y cinematografía, pero en edición se reprocha que arruinara los clímax de las escenas de acción con cortes bruscos para mostrarnos inmediatamente las consecuencias, como si aún estuviésemos viendo el tráiler y no el filme en cuestión. A pesar de esto, logró captar la atención del público al vender 18,667 tickets y convertirse en la cinta más taquillera de Tomás Chi hasta el momento.
En 2017, previo al estreno de “¿Y los tamales?”, con “La cadena” ganó el premio a Mejor sonido en la sexta edición del Festival de Cortometrajes de este rotativo.
Colofón navideño
Esta comedia para mayores de 12 años aportó como novedades el haber sido rodada en gran parte en la ciudad de El Progreso y que la trama transcurre a lo largo de una sola noche en la que un taxista (Nicolás Castillo) sale a realizar una diligencia y, por cosas del destino, va recogiendo en el camino a un ladrón (Tonny Palma), una stripper (Delfa Fajardo), un gay (Juan Funes) y un Santa Claus decadente (Joel López), personajes que se confrontan entre sí por sus defectos y problemas, pero, al final, tras varios sinsabores, logran empatía y comparten juntos la Nochebuena.
El problema es el humor empleado, ya que los gags y chistes a menudo son predecibles, sin gracia o rayan en lo vulgar. Oír a un Santa Claus flatulento o burlarse siempre del personaje gay ya no causa risa.
De “11 cipotes” a “Fuerzas de honor”, Chi nos demostró que puede pasar de la comedia al drama y la acción, pero en este retorno a la comedia no hubo avances, solo experiencias.