Nació en una fecha especial, un 3 de octubre, aunque todavía no sabe “si me llamaron Francisco por el General Morazán, como lo decía mi padre, o por San Francisco, que eso decía mi madre”.
Lo que sí está claro es que es un “puma” de corazón, estudió Mmedicina en la máxima casa de estudios y es el rector interino desde septiembre de 2017. “ No hay una sola forma de amar a esta uUniversidad, cada quien tiene su forma de amarla...’’.
¿Cómo fue su niñez?
Maravillosa, soy el menor de seis hermanos, así que para envidia, era el consentido, cuatro mujeres y dos varones;, crecimos en un hogar caluroso. De muy pequeña edad nos fuimos a vivir a Estados Unidos porque mi papá sirvió como cónsul de Honduras en Nuevaew Orleans y Nueva York. Cuando regresamos nos fuimos a La Ceiba y luego a Tegucigalpa.
¿Hace cuánto murieron sus padres?
Mi padre Víctor Herrera murió en 1978, era del sur, de Apacilagua. Mi madre Estela Alvarado falleció hace 15 años, era de Olanchito.
¿Pero dejaron un gran legado?
Sí, el tratar de honrar a mi familia, un buen nombre, honradez y el temor a Dios.
¿Y era buen estudiante, rector?
No necesariamente el mejor de la clase, pero aplicado, dedicado, mi ventaja fue que no tuve la necesidad de trabajar, eso es una bendición. Las clases de la ciencia me gustaban mucho, la biología, química, las clases de física sí se me hacían cuesta arriba. Egresé del Salesiano San Miguel y de los que estudiamos Mmedicina solo hemos quedado dos, otros ya pasaron a mejor vida.
¿Cuántos años vivió en Estados Unidos?
Vivimos siete años, fue una experiencia extraordinaria, el inglés fue mi primer idioma y me pusieron profesores de español cuando vine a Honduras. En el San Miguel, terminé desarrollando habilidad con el español, tengo una buena ortografía, no tan buena letra porque soy médico, ja, ja, ja.
¿Por qué quiso estudiar Medicina, el único de sus hermanos?
Fui influenciado por mi padre, sin embargo, él no me obligó ni me lo insinuó, pero nunca se me olvida cuando le dije que iba a estudiar Medicina, su rostro de alegría, pero lastimosamente lo que me faltó con mi padre fue el abrazo de colega. Casi me vio terminar, falleció cuando estaba haciendo el internado en el Hhospital San Felipe. él me dio un ejemplo de superación, vino de Apacilagua a Tegucigalpa sin tener nada, en el Parque Central estuvo lustrando zapatos, pero sorprendió a un parroquiano pues él sabía leer y escribir ya que su madre era maestra y lo llevó a la Normal de Vvarones y se hizo profesor, luego estudió Mmedicina inicialmente en Guatemala y luego aquí en la UNAH.
¿Usted también estudió Medicina aquí?
Orgulloso de estudiar en esta casa de estudios, tengo vivencias extraordinarias, tuve la satisfacción de reunir aquí a mis compañeros de promoción. Saqué un postgrado en Costa Rica y la Uuniversidad de Miami, Florida, un postgrado de Anatomía Patológica, tengo un laboratorio en San Pedro Sula y he trabajado desde siempre, auún estando aquí, recibo diagnósticos y veo estudios en el microscopio que tengo en mi casa, es una pasión que no se puede dejar y la practico cotidianamente.
¿Hubo temores en esta carrera que usted pudo superar?
El abogado Edmundo Orellana, que fue el primer fFiscal gGeneral, me invitó a que formarauese parte del Ministerio Público para que fuese el director de Mmedicina Fforense. Mi temor era en aquel momento era que llegase a tener una tragedia aérea, y estuve diez años como subdirector y nunca pasó eso, pero sí otras cosas peores como masacres e, incendios en los presidios, fueron espectáculos horrorosos, dantescos, para el que ningún ser humano está preparado, eso lo marca a uno, pero también son formadoreas, todos los humanos somos iguales, todos vamos al mismo lugar y eso lo hace meditar mucho.
¿En septiembre de 2017, fue nombrado rector interino de la UNAH, ¿cómo han sido estos meses?
En esta corta gestión es un cargo extenuante, un puesto demandante, no tiene horarios niy limitaciones en cuanto a los problemas de todos, ante una comunidad de cien mil personas es complicado lograr tener el beneplácito de todos, tenemos que priorizarr que es la estabilidad universitaria. Hemos hecho cambios que no han gustado, pero eran necesarios. Pero así es esto, la responsabilidad es de uno, si hay errores yo soy el responsable, y si hay aciertos es de una colectividad, los logros los tengo que compartir y los erros los tengo que asumir. Pero con mi trayectoria larga, no es una altura que me maree, lo he hecho con humildad, humanismo y con un respaldo familiar.
¿Cómo conoció a su esposa?
En el Hospital Mario Catarino Rivas. Ella se llama Danori Carbajal, es una nutricionista apasionada que estudió en Sao Pauolo, Brasil, estaba trabajando, recién incorporada de su estudios, nos conocimos y el resto es historia, ya tenemos 24 años juntos. Ella ha sido mi gran aliada en mi trayectoria, ha sido un apoyo de siempre.
¿Sabe tres idiomas?
El inglés muy bien, el portugués bien, pero quiero perfeccionarlo, es un idioma sabroso, con mi esposa ella lo hablo, ella ha sido mi principal maestra.
¿Practica un deporte?
Hago caminatas, natación y la equitación.
¿Un equipo de fútbol?
Soy full motagüuense.
¿Pasatiempos?
Visitar una casa que tengo en Omoa, me encanta el mar, me da una tranquilidad exagerada, cuando voy a Omoa siento que el mundo se detiene.
¿Buen bailarín?
No soy malo, la sangre ceibeña de mis hermanos me contagió, le hago a la salsa un poco, pero punta no. Me gusta la música bBossa nova.
¿Su mayor defecto?
Cuando uno está queriendo que la otra gente haga las cosas como uno quiere, eso es un error.
¿Algún sueño por lograr?
Chinear la mayor cantidad de nietos posibles, ja, ja, ja, tengo cinco hijos y cinco nietos.