TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Saluda y estrecha la mano, con firmeza y seriedad. Su cuerpo de 1.85 metros de altura se impone ante nosotros, se sienta como si fuera a darnos el pronóstico del clima, pero lo que nos comparte es un ráfaga de experiencias acompañadas de tormentas y veranos en su vida.
Francisco o “Chico” Argeñal, como le conocen en el barrio La Libertad en Choluteca, es el jefe de Meteorología del Centro de Estudios Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
“Chico”, con un dedo y una pelota de baloncesto, es capaz de hacer girar al mundo.
¿Cómo fue su infancia?
De niño fui mucho a la iglesia, desde los tres años, nadie me mandaba e incluso fui monaguillo, y luego quise ser sacerdote y estuve en el Seminario Menor San José en Casamata. Nadie se opuso.
¿Por qué se retiró del seminario?
Cuándo uno entra en la edad rebelde, empieza a cuestionar todo. Por qué hay tantas injusticias.
¿Recuerda a su madre?
Yo tenía tres años cuando ella murió, no recuerdo a mi madre, murió en el parto de mi hermana menor, me cuentan que era una mujer muy trabajadora. Ella murió de 45 años.
¿Su relación con su padre se fortaleció?
Mi papá murió a los 101 años de edad, murió hace tres años, éramos muy cercanos. Mi papá era un hombre muy honrado, con altos principios.
Él era sastre y daba clases en las escuelas. Se llamaba Sixto Amado Argeñal Palma.
¿Entonces sabe pegar botones?
Sé costurar y pegar un zíper a los pantalones, no todo el mundo sabe hacerlo.
¿Cómo es la relación con sus hermanos ?
Yo soy la oveja negra de la familia (hace una pausa y entre risas aclara su comentario)... porque soy el más trigueño y el más alto.
¿Cómo llega la meteorología a su vida?
Mis hermanas querían que estudiara magisterio, pero yo no quería, entonces apliqué a una beca en el Instituto Luis Bográn, obtuve la única beca del sur en el 78, pero me dediqué a jugar baloncesto, me descuidé y perdí el año. Regresé a Choluteca.
Luego volví para estudiar ingeniería eléctrica, solo saqué siete clases. Después terminé en La Ceiba en Economía Agrícola, pero no me gustaba. Terminé en Costa Rica, saqué un Bachillerato en Meteorología, y regresé a Honduras. Hice un trabajo de investigación sobre El Niño, pero nunca pude defenderlo. Tengo la carta de egresado, pero no el título de licenciado.
¿Y ha vuelto a intentar?
Quise graduarme en el 2009. Aunque ya a mi edad ya no quiero. Lo que uno sabe es lo que importa... aunque en Honduras vale más el título que lo que uno sabe. Lo que sí me animaría es a sacar la Ingeniería Electrónica.
¿Es difícil la meteorología?
En Honduras es una ciencia que no la pagan bien, en Honduras ganan bien los políticos, la gente que trabaja en ciencia pura es difícil que tenga un buen salario. Además ahora la gente todo lo puede ver por internet y cree que es un buen pronóstico. El reto es ese, mejorar el servicio.
Yo abordé al presidente (Juan Orlando Hernández) y le dije que hay que invertir en la meteorología, yo le dije que somos de los peores servicios y le pareció la idea que le propuse de capacitar gente y mandar estudiar más gente al extranjero.
¿Usted fue seleccionado de baloncesto?
Sí, yo jugaba de poste. Después del huracán Mitch, creo que el baloncesto quedó huérfano. Se perdieron varias canchas y ahora con los niveles de inseguridad es raro que alguien vaya a una cancha pública.
Yo saltaba bastante. Siento que ahora se olvidaron de los pueblos y de las ligas menores.
¿Quién es el mejor jugador de baloncesto para usted?
Michael Jordan, es la mejor estrella.
¿Con quién jugaba?
Yo miré jugar a Gabriela Núñez... Cuando era delgada... era excelente basquetbolista.
¿Sus hijos saben jugar?
No, además que yo tuve accidentes, tuve uno en motocicleta en el 84 y casi me mato, iba tarde al trabajo y a velocidad. Tenía como 24 años y hace dos años casi me mato en un accidente vehicular.
¿...Y en avión no ha tenido accidentes?
Así me dice un amigo, la tercera es la vencida, la próxima es en avión, por eso ahora ya no me gusta volar.
¿Le gustaría tener una motocicleta?
Me gustaría tener una Harley-Davidson, pero no pertenecer a estos grupos, siento que son muy clasistas.
¿Era enamoradizo?
No era mucho, no era mi prioridad andar con novias.
Me enamoré cipote, en un colegio mixto, me enamoré de una compañera, y por eso no quise seguir estudiando magisterio porque ya no le quería ver la cara.
¿Y qué fue lo que le hizo?
¡Por eso... no me hizo!... ( mientras se tapa los ojos riendo a carcajadas).
Después conocí a la doña (su esposa), ella tiene un carácter muy contrario al mío. Yo soy mecha corta y ella es más tranquila.
¿Se casó joven?
Sí, y ahora tenemos cuatro hijos, nos casamos por el bien de los dos, tuvimos solo hombres en búsqueda de la niña.
¿Y la siguen buscando?
No, ahora ya no... ahora tengo un nieto.
¿Tiene pinta de bailarín?
Sí, nos gusta la música tropical, ¿usted sabe lo que es una quermes en Choluteca a las dos de la tarde?... Termina todo sudado uno.
¿Le gusta el cine?
Sí, me gustaba ir al cine Clámer, al Variedades, me gustan las películas de vaquero,l as de guerrero y las de kung fu. Me gusta Burt Lancaster, Clint Eastwood.
¿Dicen que a la gente que le gustan las películas del Oeste es porque en ellas se demuestra la lealtad?
Pues a mí me gustan por el campo, por los caballos y por la parte de la acción, porque ver a un tipo que dispara y nunca se le terminan las balas... (sonríe por su confesión).
¿Es un buen amigo?
Tengo muy pocos amigos. Una vez me tocó llevar un paquete de unas medicinas, en el aeropuerto una de las señoritas que atiende me cuestionaba por qué confiaba en la persona que me daba a llevar el paquete, que no debía confiar en ellos. Me hicieron un registro muy riguroso.,
Yo le dije que era un paquete de mis amigos y que no tenía que desconfiar de ellos. Mi círculo es muy cerrado, pero llego a confiar en ellos.
¿Cómo es ahora su relación con Dios?
Ahora no voy mucho a misa. Se me olvida que tenemos que ir a misa no por las personas que van, sino por Dios.
¿Utiliza las redes sociales?
Sí, utilizo el Facebook, casi no uso WhatsApp, solo cuando tengo tiempo leo los mensajes. No me gusta utilizar el celular mucho, no se ve bien que platique con alguien y yo usando el celular.
¿Y qué piensa de las periodistas que brindan el estado del tiempo?
Ellos son presentadores del tiempo, aunque César Quintanilla ya se cree meteorólogo y hace pronósticos o lee el pronóstico en otro lado y dice que es de él. No hay ética.
¿Eso lo cuestiona?
El que es presentador del tiempo, es presentador del tiempo y así debe ser.