BERLÍN, ALEMANIA.- Merkel fue la primera mujer en dirigir Alemania. Gobernó durante 5,860 días, nueve menos que su mentor,
Helmut Kohl. El miércoles pasó las riendas de la
primera economía europea a Olaf Scholz, que fue su adversario político pero también su vicecanciller y ministro de Finanzas.
Después de su victoria en las legislativas de finales de septiembre, Scholz fue elegido por el Bundestag para dirigir una coalición inédita de tres partidos, formada mucho antes de lo previsto, por socialdemócratas del SPD con los verdes y los liberales.
Sin hacer mucho ruido e inspirándose del sobrio estilo Merkel, este amante de los largos paseos ha logrado imponerse pese a ser poco conocido por los propios alemanes. De hecho, hasta hace poco no existía una biografía publicada del nuevo canciller, pese a haber sido varias veces ministro y exalcalde de Hamburgo, la segunda ciudad del país.
“Encarnación del aburrimiento” Descrito por Der Spiegel como “la encarnación del aburrimiento” en política, Scholz ha pasado por todos los niveles de la acción pública desde los años 70.
Nacido en Osnabruck el 14 de junio de 1958, se unió al SPD a los 17 años. Entonces tenía cabello largo y coqueteaba con las ideas más de izquierda del partido. Se hizo abogado especialista en derecho laboral y en 1998 fue elegido diputado, y luego secretario general del SPD (2002-2004). En ese cargo, Scholz tuvo que explicar todos los días ante las cámaras el detalle de las impopulares reformas liberales del entonces canciller Gerhard Schröder.
Objeto de burlas por su talante austero y sus discursos en tono de autómata que le valieron el sobrenombre de “Scholzomat”, el hoy canciller admitió que “no era una descripción totalmente falsa”. Pero agregó: “Siempre se me hacían las mismas preguntas, y yo daba las mismas respuestas”.
Feminista convencido, Scholz ha tomado las riendas de un gobierno compuesto por primera vez en Alemania por igual número de hombres y mujeres. También por primera vez desde los años 1950 habrá tres partidos en el gabinete alemán.
Después de su victoria en las legislativas de finales de septiembre, Scholz fue elegido por el Bundestag para dirigir una coalición inédita de tres partidos, formada mucho antes de lo previsto, por socialdemócratas del SPD con los verdes y los liberales.
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Pese a un balance lleno de luces y sombras, marcado por momentos memorables como la acogida de migrantes en 2015 y su aptitud para gestionar las crisis, pero también por la falta de ambición en la batalla climática y en la modernización de Alemania, Merkel sigue siendo una de las personalidades más apreciadas por los alemanes después de sus cuatro mandatos.
“Angela Merkel fue una canciller que tuvo éxito”, elogió Olaf Scholz, homenajeando a una dirigente que “se mantuvo fiel a ella misma durante 16 años marcados por numerosos cambios”.
De “autómata” a canciller
El moderado y austero socialdemócrata Olaf Scholz tomó el relevo de Angela Merkel para dirigir una inédita coalición de tres partidos gracias a su experiencia de ministro y a una campaña sin pasos en falso.Sin hacer mucho ruido e inspirándose del sobrio estilo Merkel, este amante de los largos paseos ha logrado imponerse pese a ser poco conocido por los propios alemanes. De hecho, hasta hace poco no existía una biografía publicada del nuevo canciller, pese a haber sido varias veces ministro y exalcalde de Hamburgo, la segunda ciudad del país.
“Encarnación del aburrimiento” Descrito por Der Spiegel como “la encarnación del aburrimiento” en política, Scholz ha pasado por todos los niveles de la acción pública desde los años 70.
Nacido en Osnabruck el 14 de junio de 1958, se unió al SPD a los 17 años. Entonces tenía cabello largo y coqueteaba con las ideas más de izquierda del partido. Se hizo abogado especialista en derecho laboral y en 1998 fue elegido diputado, y luego secretario general del SPD (2002-2004). En ese cargo, Scholz tuvo que explicar todos los días ante las cámaras el detalle de las impopulares reformas liberales del entonces canciller Gerhard Schröder.
Objeto de burlas por su talante austero y sus discursos en tono de autómata que le valieron el sobrenombre de “Scholzomat”, el hoy canciller admitió que “no era una descripción totalmente falsa”. Pero agregó: “Siempre se me hacían las mismas preguntas, y yo daba las mismas respuestas”.
Feminista convencido, Scholz ha tomado las riendas de un gobierno compuesto por primera vez en Alemania por igual número de hombres y mujeres. También por primera vez desde los años 1950 habrá tres partidos en el gabinete alemán.
Retos
La recién estrenada coalición deberá hacer frente a la peor crisis sanitaria desde la aparición del covid-19, con los hospitales bajo fuerte presión. Scholz tendrá la “gran responsabilidad” de luchar contra la pandemia. También deberá lidiar con una situación económica desfavorable, lastrada por un crecimiento menor del anunciado y el retorno de la inflación. Entre los otros temas que tendrá que tratar, y que no generan precisamente unanimidad entre la población, se encuentra la venta de cannabis sin receta, la compra de drones armados para el ejército o el derecho a voto a los 16 años.LEA: José Carlos Balaguer: 'Me gustan mucho los pastelitos de perro'