TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las generaciones pasadas lo recordamos como el presentador de JAM y A Toda Máquina, los mileniales lo han visto en Calle 7 y su show radial de las mañanas llamado El Guineo. Gustavo Vallecillo es un personaje del entretenimiento que nos contó algunos capítulos de su vida llena de entretenidas historias.
¿De dónde es Tavo?
De todo Honduras, nací en Tegucigalpa, luego me mandaron a La Ceiba y me vine a trabajar a San Pedro Sula.
LEA TAMBIÉN: Cristóbal Cruz: 'Por mi oficio conocí al ‘Macho’
¿Cómo fue tu vida de capitalino?
Viví en el barrio Villa Adela, en Belén. Estudié en la Escuela Brasil, recuerdo que nos cruzábamos el río y a mi mamá no le gustaba que lo hiciéramos. La secundaria la hice en el Instituto Abelardo R. Fortín.
¿Cómo fue tu paso por el Abelardo Fortín?
Me expulsaron... Yo andaba con la reina del colegio, pero al siguiente año entró el hijo del director y él empezó a andar con ella. Una vez alguien escribió en los baños del colegio: Karla y Alejandro el Cul...- Me acusaron a mí. Alejandro me dijo que nos agarráramos a la salida pero al final no peleamos. Aprovechando esta entrevista, quiero decirle a Alejandro que yo no escribí eso, ja, ja, ja. Luego me fui a La Ceiba a estudiar.
¿Cambió tu vida en La Ceiba?
Pues me hice más estudioso, pero también era relajerito. Estudié en el Instituto San Isidro donde la pasé muy bien, descubrí mi vocación en el canto y aprendí a vencer el pánico escénico. Gané festivales de la canción en el colegio.
¿Pasaste por la Universidad, Tavo?
Las carreras del CURLA no me apetecían. No ibas a verme como ingeniero agrónomo. Me gradué de perito mercantil y quería ser contador público, aunque no era lo mío.
¿Qué cantabas en el colegio?
Música del recuerdo, temas de Mijares, Sandro. La ganadora era aquella que decía: Bella, transparentemente bella...
¿Cómo entraste a los medios de comunicación?
Me dieron oportunidad en Radio Caribe, no me pagaban. Ponía temas de Milli Vanilli. De repente las admiradoras me llegaban a buscar o me mandaban cartas. Al parecer eso no les gustó y me dijeron que no volviera a la radio. Me fui llorando para mi casa...
¿Qué pasó después?
Trabajé como cajero de banco, estuve en Bancahsa, fui el mejor cajero del año. Yo pagaba la planilla de la Portuaria. No tenés idea lo que es ver un millón de lempiras por primera vez en tu vida.
¿Volviste a la radio?
Sí, en San Pedro Sula fui a probar otra vez con una radio que era de la misma compañía de Radio Caribe. Empecé a tener contacto con los artistas, a abrirme campo. Un día me volvieron a cerrar la puerta... De repente apareció la oportunidad de trabajar en Stereo Hit, ahí presentamos música rock, entrevisté a los Héroes del Silencio en Tela.
¿Cómo fue la experiencia en Stereo Hit?
Fue la precursora del rock aunque también sonaba algo de pop, tuvimos muchísimos oyentes. Si a nosotros nos gustaba una canción la poníamos y pegaba. Gracias a Stereo Hit entré al programa JAM en Canal 11. Luego la radio tuvo un problema político y comenzaron a cortar gente, luego vine a tocar la puerta en la W105 que andaba buscando un director. Yo no sabía de reguetón ni de merengue ni salsa, agarré el reto y aquí estoy aunque mis fans de Stereo Hit me empezaron a llamar traidor, cholo, etc...
¿A la TV cómo llegaste?
Los productores me invitaron al programa JAM que al inicio tenía un fin educativo, pero luego fuimos transformando. De ahí se derivaron un montón de programas. Surgieron los sketches. La gente creía que nosotros éramos drogadictos y en el programa había gente que ni fumaba.
¿No volviste a cantar?
Sí, armamos una banda de rock en Chamelecón llamada Corona de Espinas. No sacamos disco pero sí sonamos en la radio. Estuve en Unión Rock también.
¿Qué recordás del programa A Toda Máquina?
En Honduras hay un antes y un después de A Toda Máquina. Hizo que los adolescentes estuvieran pegados a la TV. Hizo que las mujeres se mandaran a hacer chiches como las de las modelos. Muchos cirujanos hicieron pisto... El programa duró 10 años.
¿Quién llevó a esas modelos tan espectaculares?
El productor tico... La época Candle fue WOW. Luego vino Calle 7 y le dio otro giro a la televisión. Una inversión alta y me pusieron a mí a presentarlo.
Antes de eso estuve presentando en Guatemala La Academia Centroamérica.
¿Candle era la diosa del show?
Ella se maquillaba todo el cuerpo, era como una reina. Ante las cámaras era ella el centro de atracción. Detrás de cámaras éramos nosotros mismos.
¿Una anécdota de A Toda Máquina?
Habíamos agarrado la loquera de saludarnos todos chocando las cabezas. Una vez a Paola Lazzaroni le di un cabezazo y se desmayó durante una pausa comercial. Así nos llevábamos.
ADEMÁS: 'Tito' Asfura: En los 70 'andaba un afro tremendo, pantalones acampanados y zapatos con tacón'
Hábleme de su esposa...
Es mi media naranja, una chef muy famosa. Se llama Paola Bouloy. Con ella montamos nuestro restaurante. Me gusta complacerla y creo que somos el uno para el otro.
¿Tus tuits te han metido en problemas?
Sí, y serios problemas... Cuando hicieron esa campaña del No Más. Yo escribí: Qué feo ese calzón, y me acusaron de misógino, me dijeron de todo.
¿Un proyecto que te falta cumplir?
Muchos, pero quisiera ser actor de cine. Desearía que el cine hondureño creciera mucho.