Los restos de uno de los dos estudiantes muertos tras el tiroteo del lunes en la colonia Hato de Enmedio de Tegucigalpa, capital de Honduras, fueron trasladados hasta el departamento de Olancho.
El llanto, el dolor y la impotencia en la familia y compañeros de estudio de Luis Fernando Murillo de 20 años, se trasladaron hasta esta zona del país para darle el último adiós al estudiante del Instituto Héctor Pineda Ugarte.
El joven murió horas después en la sala de emergencias del Hospital Escuela Universitario, luego de ser llevado desde un callejón del bloque I en el sector 10 de la colonia capitalina, donde fue víctima de un tiroteo.
El luto permanece en la comunidad estudiantil de este colegio y en las demás instituciones que se han solidarizado en torno a lo sucedido.
Tragedia estudiantilLa muerte llegó como suele hacerlo, sin avisar. Sorprendió a dos amigos que sus compañeros recordarán como inseparables. Y es que junto Luis Fernando Murillo Torres se encontraba Flavio Bonilla, un estudiante de 16 años con quien se reunía todos los días antes y después de clases.
Flavio cursaba el último año de Bachillerato en Ciencias y Humanidades y Luis el primer año de la misma carrera.
Los restos de Flavio, por su parte, fueron velados en una funeraria de la colonia Hato de Enmedio y sepultados en un cementerio de la capital.
De acuerdo con la información de los testigos, ambos se dirigían a comprar paletas en las cercanías del lugar, cuando ocurrió la tragedia, pero aún se desconocen las causas que originaron el fatídico hecho.
Ver: Vacío y dolor en el Pineda Ugarte por asesinato de estudiantes