A eso de las 5:30 de la tarde del lunes 20 de noviembre, la vida de cinco familias capitalinas fue tocada por la mano de la tragedia.
Un voraz incendio acabó con gran parte de una cuartería ubicada en la colonia Rivas de Comayagüela, donde vivían estas familias que hoy lloran por haber visto cómo sus pertenencias terminaron convertidas en cenizas.
El hecho, del que aún no se sabe cómo inició, se expandió rápidamente acabando con todo lo que había a su paso. Afortunadamente no se registraron pérdidas de vidas humanas.
A la escena, ubicada en las inmediaciones del bulevar Comunidad Económica Europea, se hicieron presentes agentes del Cuerpo de Bomberos para sofocar las llamas, pero el fuego ya había consumido todo lo que encontraba.
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'Quedamos en la calle'
Gracias a la solidaridad de un vecino, las familias lograron dormir bajo techo, alimentarse y recibir calor familiar ante las altas temperaturas, pese a tener recientes las crueles imágenes del fatídico hecho.
'No pudieron rescatar nada porque todo se les quemó y les di posada porque hay que ser solidarios. Gracias a Dios a ellos no les pasó nada', aseguró José Cruz, el noble residente que colaboró con sus vecinos.
Entre lágrimas, doña Sandra Ramos, una de las víctimas, pidió ayuda gubernamental. 'Tengo cuatro hijos, le pido a la Primera Dama que me ayude con una casita porque hemos quedado en la calle'.
A pesar de la tragedia, el apoyo de los demás vecinos ha sido fundamental.
Margarita Ramos, otra de las afectadas, relata dónde se encontraba al momento del siniestro. 'Estaba trabajando cuando se produjo el incendio, mi hija me llamó desde La Ceiba informándome que se me estaba quemando la casita', dijo, mientras un nudo en la garganta le impidió continuar hablando.
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A menos de 24 horas de haberse producido el incendio, los capitalinos afectados no pierden la esperanza de recibir el apoyo de las autoridades municipales y gubernamentales, así como de los ciudadanos que deseen contribuir para que estas familias vuelvan a contar con un espacio digno para vivir.
