Tegucigalpa, Honduras
Con la excusa de comprar un jugo llegó a una pulpería el asesino de una joven comerciante en la colonia Nueva Suyapa de la capital.
El sicario le pidió a la dama que le vendiera un jugo, la mujer, como toda vendedora, se dio la vuelta, fue al refrigerador y sacó el producto que le había solicitado.
Al llegar nuevamente a la puerta de la pulpería, que también era su casa, el hombre ya la esperaba con la pistola en la mano solo para halar el gatillo.
Un solo proyectil fue disparado por el gatillero directo a la cara de la fémina que, aún de pie, logró llegar hasta la cocina de la casa, pero el tiro fue fulminante y le causó la muerte casi de inmediato.
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En frente de su hija menor
La víctima fue identificada como Brenda Margarita Raudales Rodríguez, de 34 años de edad, madre de dos hijas.
Los vecinos del sector 17 de Nueva Suyapa, conocido como Las Hamacas, contaron que en efecto solo escucharon una detonación.
La ahora extinta al parecer solo estaba en compañía de su hija menor, una infante de aproximadamente cuatro años de edad, quien la habría visto morir en la cocina de la casa. Un hermano de la fallecida manifestó que “no teníamos problemas con nadie, ni con los vecinos, no sabemos por qué pasó esto”, afirmó.
Al consultarle si la muerte de su hermana se debió a problemas derivados por el cobro de extorsión, solo argumentó que “no le sabría decir”.
Brenda Raudales era propietaria de dos pulperías ubicadas en la misma colonia Nueva Suyapa, una era atendida por ella y la otra por una empleada.
Se conoció que el compañero de hogar de Raudales Rodríguez había viajado hace algunos años hacia los Estados Unidos y ella se había quedado al cuidado de sus dos hijas.
Aunque en la zona está permanentemente un destacamento de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), el crimen ocurrió minutos después de las 7:00 de la mañana. El cuerpo fue ingresado a Medicina Forense para la práctica de la respectiva autopsia.
