TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Jóvenes infractores, miembros de la Pandilla 18, fueron protagonistas de un motín ayer martes en el Centro Pedagógico Extensión Renaciendo, ubicado en la sede de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE), en la capital.
El motivo de la revuelta de los menores fue por la negativa a que sus celdas fueran requisadas por agentes militares y policiales, tras una orden emanada por las autoridades que rigen el reclusorio.
De acuerdo a información en poder de los administradores del centro, desde este recinto estaban saliendo llamadas telefónicas para extorsionar a varios ciudadanos, en nombre de la Pandilla 18.
Hallaron las evidencias
Las labores de requisa fueron ejecutadas por elementos de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE), donde está ubicada la tropa TIGRES.
Desde tempranas horas los detectives ingresaron a los módulos, cuestión que provocó malestar entre los adolescentes miembros de la Pandilla 18, algunos negándose a salir de sus dormitorios por temor a que les encontraran objetos prohibidos entre sus pertenencias.
Al menos 20 jovencitos fueron sacados de sus estancias y llevados a una zona libre.
Al terminar la requisa, los agentes encontraron cinco teléfonos celulares, seis cargadores para celulares y 500 lempiras, todo dentro de una caleta clandestina.