CHOLUTECA, HONDURAS.- Una mujer estuvo a punto de perder su mano izquierda por completo luego que un mortero le estallara el pasado 2 de diciembre en la ciudad de
Choluteca, al sur del país.
La lesionada responde al nombre de Christian Abigail Aguilar Ordóñez, de 24 años, quien fue trasladada de emergencia hacia el Hospital Escuela, en la capital de Honduras, para recibir atención médica.
El j efe del departamento de Cirugía plástica y reconstructiva, Carlos Flores, informó que la mujer perdió tres dedos y por la gravedad de la lesión podría perder la mano completa.
Familiares revelaron que el joven al ver que el artefacto no explotó se acercó para tomarlo, lo colocó cerca de su estómago y segundos después explotó.
“Yo estaba en la cocina y solo oí el bombazo inmediatamente me fui a verlo y ya estaba agachado; vine y lo acosté y tenía salida la tripita”, relató la abuela del difunto.
La lesionada responde al nombre de Christian Abigail Aguilar Ordóñez, de 24 años, quien fue trasladada de emergencia hacia el Hospital Escuela, en la capital de Honduras, para recibir atención médica.
El j efe del departamento de Cirugía plástica y reconstructiva, Carlos Flores, informó que la mujer perdió tres dedos y por la gravedad de la lesión podría perder la mano completa.
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Según el galeno, la mujer aseguró que se encontró el mortero en la calle, lo recogió y de inmediato estalló en su mano.
Aguilar Ordóñez es la segunda paciente que ingresa al primer centro hospitalario del país lesionada por el estallido de pólvora.
El médico del Hospital Escuela llamó a la población a crear conciencia para no seguir utilizando ese nocivo material.
Primera víctima mortal
Hace unos días, un joven también originario de Choluteca, murió producto del estallido de un mortero en su estómago. Merlin Josué López habría encontrado el explosivo frente a su casa.Familiares revelaron que el joven al ver que el artefacto no explotó se acercó para tomarlo, lo colocó cerca de su estómago y segundos después explotó.
“Yo estaba en la cocina y solo oí el bombazo inmediatamente me fui a verlo y ya estaba agachado; vine y lo acosté y tenía salida la tripita”, relató la abuela del difunto.