TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Se cumplieron ocho meses desde al desaparición de la joven licenciada en Administración Industrial y de Negocios, Angie Samanta Peña Melgares (23).
Desde el 1 de enero de 2022, cuando se encontraba vacacionando en la isla de Roatán, en el departamento de Islas de la Bahía, en la zona insular hondureña, la joven capitalina no volvió a ser vista.
Los primeros días y semanas transcurrieron entre la desesperación de sus padres y su hermana y la presunción de que Angie sufrió un accidente y se ahogó al caer de la motocicleta acuática que rentó para adentrarse a la playa. Sin embargo, pese a ser rastreada por aire y cielo en embarcaciones y aeronaves, no se encontró ningún rastro de su paradero.
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Fue hasta el día 18 cuando una moto con las mismas características, un arete de la joven y un chaleco salvavidas fueron hallados en un cayo de Belice, a varios kilómetros de distancia de donde ella desapareció. Aquello reactivó en sus familiares la sospecha de que Angie no murió ahogada y desde entonces se libra una incesante lucha por saber dónde está, pues temen que haya sido raptada.
En los último días esa teoría cobró mayor fuerza, pues las autoridades policiales indicaron que se capturó a un presunto implicado en su desaparición: un estadounidense de 63 años que reside en la isla y que estaría ligado a una red de trata de personas.
Y ahora, cuatro días después de la detención y mientras él comienza un proceso judicial, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, anunció a través de su cuenta en Twitter que se incrementó la cantidad de dinero ofrecida en recompensa por información de la joven, es decir que pasó de 100 mil a 200 mil lempiras.
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La primera recompensa ofrecida por las autoridades fue el 22 de julio, fecha en la que también indicaron que quien sepa algo puede comunicarse al número telefónico 3153-5025 o con el Departamento de Localizaciones, Búsqueda y Capturas de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
OTRA RECOMPENSA Y LLAMADAS FALSAS
Pero incluso antes de que la Policía y la Secretaría de Seguridad coordinaran la emisión de la primera gratificación económica a cambio de información, la desesperación de los familiares y amigos de la joven los llevó a recaudar dinero para, por su cuenta, dar una recompensa por datos que los guiaran hacia Angie.
Con actividades y donaciones, se reunió la suma de 250 mil lempiras y se puso a disposición un número telefónico, pero recientemente, en entrevista con EL HERALDO, el padre de Angie, Walter Peña, lamentó que la gente quiso aprovecharse de la situación para obtener el dinero.
“Al principio tuvimos llamadas de gente inescrupulosa queriendo sacar provecho y dinero, queriéndose lucrar del dolor, pero nada serio, luego vino la recompensa de la Policía que es algo ya más técnico, más profesional de lo que se está manejando”, aclaró el angustiado progenitor.
NUEVOS INDICIOS
El lunes (29 de agosto) se dio a conocer que un hombre de origen estadounidense, identificado como Gary Johnston, fue capturado en Roatán por suponerlo responsable de integrar una red de trata de personas. Inmediatamente también se informó que habían razones para creer que él estaría ligado a la desaparición de Angie, aunque las evidencias que darían pie a esto son abordadas con total secretividad, por la delicadeza del caso.
Al extranjero se le encontró junto a una niña de 12 años, quien testificó que sostenía relaciones sexuales con el adulto mayor desde hace meses.
Los fiscales informaron que la inspección de más de 30 celulares, fotografías y videos hallados en la residencia de Johnston siguen bajo inspección.
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Y tras una primera audiencia en San Pedro Sula, departamento de Cortés, un juez de Letras Penal con Jurisdicción Nacional dictó detención judicial para el estadounidense Gary Lee Johnston, quien fue recluido en el centro penal de El Progreso, Yoro.
UNA SOLA PETICIÓN
Este viernes, Walter Peña, padre de la joven, habló nuevamente con este rotativo, donde tras conocer la información anunciada por la viceministra Villanueva, pidió a hondureños y extranjeros (pues hay una alerta de búsqueda a través de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), desde el 7 de enero) que colaboren para que se le pueda ubicar de una vez por todas y además, a quienes hayan sido víctimas del detenido, les instó a denunciar.
“Estamos en una lucha contrarreloj. Lo que necesitamos ahora es la denuncia ciudadana y por eso le pido a las personas que están en Roatán y que han sido víctimas de esta persona que denuncien, que no se quede así”, dijo preocupado.
“No tengan temor, es hora de denunciar, es hora de unirnos como sociedad. Tengamos confianza y denunciemos a este tipo de personas”, enfatizó.
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