TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A prisión fue enviado este viernes Roger Gálvez Marcias, el supuesto asesino del niño Jeremy Janiel Zúniga, tras su audiencia inicial.
Durante una polémica comparecencia al juzgado de lo penal, un juez de dicha instancia determinó que el hombre de 24 años deberá permanecer tras las rejas a la espera de su próximo encuentro en el juzgado penal, en el vecino municipio de Talanga.
Mientras dentro del recinto de justicia se desarrollaba la audiencia, en las afueras el ambiente estaba lleno de tensión y dolor, pues familiares, amigos y vecinos del niño reclamaban que no se dejara en libertad a su agresor.
El menor de 10 años fue asesinado a machetazos en Guaimaca, departamento de Francisco Morazán, el pasado lunes 7 de noviembre, cuando caminaba por una de las veredas del sector.
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Según versiones de parientes, Jeremy regresaba a su casa con una prima tras salir a dejarle almuerzo a un familiar en una ferretería cercana y un desconocido le exigió que le diera del jugo que llevaba en su mano y como el pequeño se negó, el tipo se enojó y seguidamente le propinó varios machetazos que le segaron la vida.
Ese mismo lunes capturaron a Roger Gálvez Marcias, quien hoy fue enviado a prisión por las autoridades hondureñas.
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El supuesto asesino también fue sometido a pruebas psicológicas y toxicológicas tras haber cometido el ilícito, pues algunas personas alegaban que carecía de sus facultades mentales.
Despedida a Jeremy
Con un clamor colectivo de justicia verdadera y rápida, centenares de personas acuerparon a la familia del niño Jeremy Janiel Zúniga Almendárez, en un multitudinario cortejo fúnebre, hasta llegar a la última morada del menor.
Desde la casa donde el niño creció en el barrio El Ocote del municipio de Guaimaca, pasando por la calle principal del pueblo, familiares, amigos y otra gran cantidad de personas que tal vez no conocieron en vida al pequeño Jeremy, caminaron hasta el cementerio donde fue sepultado.
“¡Justicia, justicia, justicia!”, pronunciaron al unísono, para que la muerte violenta del niño Jeremy Janiel no quede en la impunidad como tantos otros casos, aunque esto al final no colme el dolor de esta familia que hoy llora su partida.
A la triste despedida también asistieron los compañeros de clases de Jeremy en la Escuela República de México de Guaimaca y los maestros de este centro educativo.
“Era un niño muy alegre, un niño cariñoso; en las mañanas cuando llegaba al centro educativo lo saludaba y le daba un abrazo a uno. Da pesar este hecho, es uno de nuestros queridos niños y lamentamos esta situación”, expresó Marlon Fernández, director de la escuela en la que Jeremy realizaba sus estudios primarios.
A medida avanzaba el cortejo fúnebre se hacía más fuerte el eco de “queremos justicia”, que opacaba por momentos el llanto de sus más cercanos.
Claudia Yamileth Almendárez, madre de Jeremy, lamentaba en medio de su llanto el hecho de no haber estado cerca de su hijo para poder defenderlo del vil ataque.