Santa Bárbara, Honduras
“Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarte y respetarte todos los días de mi vida”.
Esa fue la promesa de amor que se hicieron cinco parejas de hondureños. Pero no lo hicieron en la playa más exótica, ni el más inmaculado de los altares. Lo hicieron detrás de las rejas.
La afamada y mediática cárcel de El Pozo I, ubicada en Ilama, Santa Bárbara, fue el lugar donde estas parejas se dieron el “Sí, acepto”.
De interés: Capturan a presunto pandillero que intentó asesinar a dos jóvenes
Se vistieron de gala
Unas iban vestidas de blanco y otras con atuendos en colores distintos. Así iban las cinco damas que le dieron el sí a igual número de reclusos de este centro penal.
El salón de visitas de la cárcel de máxima seguridad El Pozo I fue el escenario en el que las parejas unieron sus vidas por medio de la vía legal junto a sus amados, actualmente privados de libertad en dicho reclusorio.
Emocionados y visiblemente nerviosos, los novios firmaron el acta de matrimonio y sellaron la misma al darse un beso en señal del pacto consumado.
“Le doy gracias a Dios por permitirme dar este paso con mi pareja, estamos aquí encerrados, pero eso no impide que amemos a nuestras familias, esta es una oportunidad para cambiar nuestras vidas y Dios está permitiendo que lo hagamos”, dijo uno de los contrayentes.
Las muestras de amor no se hicieron esperar cuando uno de los privados alzó en sus brazos a su esposa, de quien dijo “es el amor de mi vida”.
Durante la ceremonia, los esposos, invitados especiales y abogados presentes disfrutaron de un pequeño refrigerio para luego despedirse de los internos quienes regresaron a sus celdas para esperar la próxima visita de las ahora sus esposas.
Le puede interesar: Ministerio Público investiga falsificación de la lotería menor