Tegucigalpa, Honduras. -La justicia condenó en las últimas horas a seis narcopolicías hondureños a 20 años de prisión.
Los condenados son los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) Óscar Rolando Casco Banegas, Henry Antonio Murillo Olivera, Rosell Obed Alfaro Joaquín, Erick Eusebio Sauceda Alonso, Kevin Ariel Gonzáles Chávez y Adín Noel Morales Zelaya.
En el caso del agente Casco Banegas, también fue condenado a cinco años y seis meses de reclusión por el delito de porte ilegal de armas de fuego.
La condena de 20 años de prisión por tráfico de drogas alcanza a los civiles Fanny Danelia Avilés Díaz, Luis Reynaldo López Guzmán, Cristhian Orlando Gutiérrez Montes y Jorge Francisco Hernández Roque.
Además, a todos los condenados se les impuso una multa de 666,000 lempiras.
El 19 de enero de este año, ellos habían sido encontrados culpables por la Sala I del Tribunal de Sentencia con Competencia Nacional en Criminalidad Organizada y Corrupción.
Hace unos meses, fueron sentenciados a 11 años de cárcel los ciudadanos Barnie Daren Norman Dilbert, Jorge Alejandro Melgar Durán, Ramón Darío Ramos García, Manuel Onofre Pineda Castro y Rafael Turcios Méndez, quienes aceptaron su culpabilidad en la acusación.
Las pruebas hundieron a los agentes
En noviembre de 2021, un equipo de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) descubrió que en la colonia San Isidro de Tocoa, Colón, los agentes montaron un falso operativo policial con el objetivo de sustraer 50 kilogramos de cocaína de una vivienda para entregárselos a otra persona.
A los policías se les decomisaron 14 teléfonos móviles, cuatro pistolas, cinco cargadores, un fusil y cinco vehículos.
Durante las indagaciones se constató los agentes estaban vinculados a la estructura criminal de Misael Reyes Torres, uno de los principales cabecillas de la banda de “Los Grillos”, quien ya fue condenado por narcotráfico.
En el expediente también figura la expolicía Héctor Urbina Martínez, quien fue sentenciado por un tribunal hondureño.
A lo largo de la investigación, los fiscales recabaron 40 medios probatorios (cinco periciales, tres testificales y 30 documentales). Entre las pruebas destacan análisis químico-toxicológicos de la cocaína incautada, extracción y análisis de datos de dispositivos electrónicos, video forense y una inspección técnica vehicular.
Además, se incluyen el historial disciplinario de los agentes proporcionados por la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol), dictámenes balísticos forenses e informes de investigación elaborados por los detectives de la DLCN, quienes trabajaron el caso desde las vigilancias iniciales hasta el levantamiento de actas de allanamiento y registros personales.
Se logró demostrar que las operaciones de narcotráfico se realizaban en el litoral atlántico, con droga proveniente de Colombia que era transportada hacia Guatemala.