TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Para la doctora Julissa Villanueva, subsecretaria de Seguridad que visitó los centros médicos para hablar con las personas que resultaron afectadas durante su primer día como alumnos de la Academia Nacional de Policía (Anapo), muchos pudieron ser los factores que provocaron la muerte de tres de ellos, menos la brutalidad policial.
La funcionaria, quien se ha caracterizado por opinar sobre temas de impacto que han marcado a la sociedad hondureña en la búsqueda de justicia, dijo durante una entrevista para un canal de televisión que “no hay dolo, no hay una mala intención de la policía de generar daño a esta gente”, pero reconoció que sus muertes deben ser tomadas como ejemplo para erradicar las prácticas que demandan esfuerzo físico a jóvenes que en unos cuantos meses serán subinspectores y que desempeñarán labores administrativas.
Ante la exigencia pública de aclarar lo ocurrido ese fatídico 11 de septiembre, Villanueva accedió a presentar un breve informe en el que detalló los hallazgos más importantes al respecto.
De acuerdo a los datos en su poder, a eso de las 8:00 de la mañana se llevó a cabo la revisión de maletas y entrega de documentos pendientes de los aspirantes, quienes minutos antes habían abrazado a sus familiares por última vez antes del 16 de octubre, fecha en la que sería su primera visita.
Luego, de acuerdo con la información recabada por Villanueva, a eso de las 12:00 del mediodía era el turno de recibir el almuerzo: “había pescado, lechuga y arroz”, detalló.
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Posteriormente, para las 2:30 de la tarde, se convoca a formación a los aspirantes, quienes “comienzan a hacer los cursos de iniciación”, explicó.
La funcionaria se refirió al polémico video en el que se observa a los aspirantes correr mientras cargan sus maletas bajo un fuerte sol.
“Esa bienvenida con maletas me la acabo de desayunar, porque yo no sabía que tenían que llevar la maleta y que con lo que llevaran en la maleta (debían correr) y si yo hubiera sabido le hubiera dicho a los civiles: ‘no lleven nada, pero no lo sabía’”, dijo la experta forense.
Durante esa prueba inicial, la doctora explicó que los 500 jóvenes comenzaron a hacer un ejercicio que duró entre 15 a 35 minutos, “no más de una hora, con las maletas en una veloz carrera”, enfatizó.
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“Hoy, directamente, para mí, (ese ejercicio) incide en los hechos, por las condiciones particulares de cada quien”, dijo a criterio personal, cuestionando el entrenamiento tras el que murieron tres aspirantes.
Para Villanueva, las altas temperaturas de aproximadamente 28 grados, sumadas a ese reto de correr con todo ese peso pudieron propiciar uno de los indicios que ella encontró al revisar los análisis clínicos.
Se trata del síndrome de rabdomiolisis, que se desarrolla en algunos casos por la deshidratación, el calor y el ejercicio excesivo.
Villanueva dijo que tanto los fallecidos como los que fueron internados en los centros médicos presentaban cansancio, calambres, dolor, náuseas, vómitos y algunos se desmayaron, “como Jairo (el primer joven que murió) y empezaron a perder la conciencia”.
Fue justamente a las 03:45 de la tarde cuando se reportó el fallecimiento de Jairo Josué Martínez, un joven informático que trabajaba en la Dirección de Telemática de la Secretaría de Seguridad, pero que según se conoció, soñaba con seguir creciendo en la institución.
Así como él habían otros 72 personas que trabajaban como agentes de policía (36) gentes de policía técnicos (12) y personal auxiliar (25) y que pretendían escalar en sus puestos. Mientras que 427 se enlistaron siendo totalmente civiles y ajenos a la institución.
“Los que ya habían estado en la Policía ya sabían, no eran nuevecitos, ellos querían resaltar porque ya eran parte de los procesos en la Policía”, dijo Villanueva intentando explicar por qué los que ya tenían conocimiento del recorrido cargando sus maletas estaban dispuestos a hacerlo de la misma forma que los que no.
Al igual que Jairo, otros 14 aspirantes fueron llevados al Hospital Suazo Córdova de La Paz, 5 al Hospital Santa Teresa de Comayagua y 1 a una clínica privada. Todos afectados con síntomas como los antes mencionados.
Pero a las 09:30 de la noche se reportó el fallecimiento de otro, quien respondía al nombre de Ronal Coello, de profesión abogado. Y el lunes 19 de septiembre el tercero, identificado como Kevin Mejía, quien era médico cirujano.
Autopsias
La doctora Villanueva dice que ella pudo observar los cuerpos de los fallecidos y revisar los análisis hechos en los hospitales, por lo que sus conclusiones son que en el caso de Jairo, “no hay evidencia de golpes externos, de quemaduras, porque cuando uno se expone a gas lacrimógeno tiene que tener reacciones en la piel, lesiones en el aparato respiratorio, hipersensibilidad”.
Mientras que Ronal “presentó signos de falla renal y hepática, convulsión y edema, hemorragia pulmonar diarrea e intoxicación (posiblemente alimentaria), síndrome de rabdomiolisis asociada a la deshidratación, calor, ejercicio excesivo”.
Y Kevin tenía una “falla hepática y renal, rabdomiólisis, síndrome gastroentérico agudo por intoxicación alimentaria”.
Por lo que para ella, las dos razones concluyentes iniciales, sin revisar las autopsias, pues estas continúan en poder de la morgue del Ministerio Público son que los tres jóvenes sufrieron reacciones por el síndrome de rabdomiolisis y una intoxicación por la ingesta de alimentos en mal estado.
Factores a investigar
Sin embargo, no pudiendo dar por concluida la investigación por desconocer las autopsias oficiales, Villanueva solicitó a las autoridades respectivas hacerlas públicas lo antes posible y además considerar otros factores que aunque no se sabe si ocurrieron, no deberían descartarse. Estos son:
-Proceso de preevaluación no satisfactorio en los participantes, civiles y auxiliares
-Actos inadecuados para hacer ejercicio para el cual no estaban preparados
-Considerar que no se estaba preparado para recibir a todas las personas seleccionadas en las instalaciones
-Contaminación en el agua y alimentos
-Hacinamiento y falta de agua en las instalaciones
-E incluso, un posible sabotaje por los cambios que se han realizado en la Secretaría de Seguridad y Policía Nacional.
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