El derramamiento de sangre, luto y la pérdida de vidas de personas inocentes que estaban en el lugar y momento equivocado continúa en todo el territorio hondureño, pero con más énfasis en homicidios múltiples o masacres como popularmente se le conoce a estos hechos violentos.
A 267 muertos ascienden las víctimas de matanzas en lo que va del 2016, según estimaciones del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Estas víctimas se distribuyen en las 68 masacres registradas de enero a mediados de septiembre de este año en el país, indica el reporte parcial del OV-UNAH.
A pesar que la percepción de inseguridad de la población aumenta, un contrastre de datos del 2015 demuestra que los homicidios múltiples se mantiene en el mismo margen.
Según el Observatorio de la Violencia, de enero a septiembre del año pasado se contabilizaron 79 masacres que cobraron la vida de 282 personas.
Hay que hacer la salvedad que, a pesar de la diferencia de 11 matanzas y 15 muertos menos con respecto al año anterior, el dato del 2015 cierra en todo septiembre, mientras que el del 2016 está parcial.
En Tegucigalpa han habido recientemente dos grandes masacres en menos de un mes que han dejado de luto a muchas familias capitalinas, ya que 14 personas fueron víctimas de la criminalidad.
En la última matanza, al menos seis personas murieron cuando departían frente a una pulpería en el sector Centeno No.2 que conecta con la colonia Abraham Lincoln en la zona de El Carrizal, la noche del pasado 14 de septiembre.
Entres las víctimas se encontraba un miembro de la policía que respondía al nombre de Olman Galindo, quien al momento del crimen vestía de civil por gozar de su día libre. Galindo deja seis hijos huérfanos, tres de ellos procreados con su última pareja de hogar.
Lea además: Velan restos de policía asesinado en masacre
La ráfaga de disparos acabó también con la vida de los carpinteros Edgar Leonel Herrera Varela (35) y Luis Miguel García López.
El conductor de mototaxis Juan Carlos Velásquez (27) se sumó al registro de víctimas, así como Will Antonio Amador Martínez (19) y Rigoberto Hernández Cáceres.
Las víctimas departían en una pulpería cuando entre seis y ocho sujetos armados se bajaron de un automóvil y sin mediar palabras les dispararon. Los victimarios andaban armados con AK-47 dejando los cuerpos de los ahora occisos tirados fuera del negocio.
Casi un mes antes, el 14 de agosto, un triunfo de la Selección Nacional terminó en un triste final en Honduras.
Ocho personas celebraban en la madrugada del domingo en una pulpería, frente a un billar, el triunfo de la Sub-23 en los Juegos Olímpicos sobre Corea del Sur, al momento que los sicarios les quitaron la vida.
Los asesinados respondían al nombre de Jason Villafranca, Javier Villafranca , Walter Vásquez y Sergio Sánchez, Marco Antonio Sarmiento, Denis Martínez, Josué Martínez y la otra víctima no fue identificada.
El crimen ocurrió frente al billar Vindel, en la pulpería Meilyn de Altos de Loarque. Según algunos habitantes, varios desconocidos fuertemente armados, dentro de una camioneta color blanco con una línea negra, se bajaron del vehículo y se dirigieron hasta donde se encontraban los infortunados, les solicitaron su identificación y les dispararon sin compasión.