Sucesos

Hondureños cinco años presos, siendo inocentes

Decenas de hondureños enfrentan a diario una serie de peligros en la ruta hacia Estados Unidos ante la presencia de bandas del crimen y el narcotráfico.

15.05.2013

Cinco jóvenes hondureños que salieron en búsqueda del “sueño americano” denunciaron haber sido víctimas de las debilidades del sistema de justicia mexicano.

Se trata de Raúl Eduardo Cortés, Jeason Zelaya Gonzales, Francisco Urbina Velásquez, Edwin José Pineda y Juan Antonio Soto, quienes injustamente permanecieron encarcelados cinco años en un centro penal de Tabasco, México.

La pesadilla inició en el 2008, cuando los cinco hondureños partieron con destino a Estados Unidos y en el camino fueron secuestrados por una banda criminal que los mantuvo en cautiverio junto a decenas de indocumentados.

Los jóvenes fueron secuestrados mientras dormían en las cercanías de la linea del tren en el municipio de Tenosique y llevados por la fuerza a un rancho en donde se les exigía entre 2,000 y 5,000 dólares a cambio de su libertad.

En el lugar, alrededor de 90 indocumentados entre niños, mujeres y hombres permanecían encerrados sin ropa, sin agua y alimento a la espera de que sus familiares hicieran efectivo el pago para ser liberados.

“Ellos nos maltrataban, nos golpeaban, nos tenían sin ropa, no había agua, ni comida, a las mujeres las violaban, hacíamos nuestras necesidades en cubetas, fueron alrededor de 20 días que nosotros sufrimos”, relató Raúl Cortés.

“Estamos vivos porque nosotros decíamos que íbamos a pagar, si hubiéramos dicho que nuestras familias no tienen dinero pues, aquí no se da cuenta la gente, pero hay fosas de ocho o nueve hondureños desconocidos, muchas personas desaparecidas, esas organizaciones no dejan ni rastro de la gente”.

Tras haber permanecido en cautiverio, los cinco hondureños lograron escapar y en la búsqueda de ayuda fueron interceptados por agentes policiales mexicanos, quienes los acusaron de ser parte de la banda criminal que operaba en la zona.

Tras la captura los cinco compatriotas fueron condenados a 50 años de prisión por los delitos de portación de armas, robo de vehículos y secuestro, pero luego de la intervención de una abogada mexicana y gestiones realizadas a través de los consulados de Honduras en Tapachula y Veracruz, México, se logró comprobar su inocencia.

“Nunca lograron comprobarnos nada, estuvimos frente a testigos que dijeron que nosotros también fuimos víctimas, que fuimos maltratados y con todas las gestiones que no hicimos con la ayuda del gobierno de Honduras se llegó a la conclusión que nosotros no éramos culpables”, afirmó Cortés.

Los cinco hondureños retornaron a Honduras hace dos semanas luego de haber permanecido cinco años encarcelados injustamente en México e hicieron un llamado al gobierno para que les garantice una oportunidad de trabajo en el país. Los compatriotas anunciaron que emprenderán acciones contra el gobierno de México a través de instancias internacionales en materia de derechos humanos por los daños causados.

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